¡Oh, Néstor! ¿Qué te hacen? Qué impide la visita al Museo - por Erasmo Quintana
¡Oh, Néstor! ¿Qué te hacen? Qué impide la visita al Museo - por Erasmo Quintana *
El Museo Néstor de Las Palmas de G.C. no goza de buena salud. Al bloqueo de su reforma se suman ahora los daños provocados por las fuertes lluvias caídas recientemente. El recinto museístico de la capital amaneció con agua abundante en el suelo, a lo que hay que añadir la caída de cascotes en el exterior por las inundaciones. El mismo se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC), que literalmente se cae a pedazos y sufre la desidia cateta institucional. El Museo Néstor conserva y expone al público gran parte de la obra del gran pintor grancanario, Néstor Martín Fernández de la Torre. Está situado dentro del recinto del Pueblo Canario, un conjunto arquitectónico ideado por el propio Néstor, proyectado y realizado por su hermano el arquitecto Miguel, y cuyas edificaciones contienen la idealizada arquitectura tradicional canaria.
Algún amante de la obra del gran pintor y el museo a él dedicado, no dudó en colgar en WhatsApp unas imágenes de los destrozos que las recientes lluvias ocasionaron en el edificio. Al parecer, este bien de interés cultural de Las Palmas de G.C. lleva cerrado al público desde el año 2017, incidencia esta que la insensibilidad (no quiero dar otro nombre) de los partidos que gobiernan coaligados en el Ayuntamiento de la capital, PSC-PSOE, Nueva Canarias y Unidas Podemos, no se hayan puesto de acuerdo durante cinco años para rehabilitar tan importante edificación, defensa y emblema de nuestra cultura canaria. Por los hechos los conoceréis, dice la sentencia popular.
Mi apreciada compañera satauteña, Chicha Reina, acaba de hacer público que habló con el alcalde, Augusto Hidalgo, trasladándole el malestar de muchos ciudadanos, entre los que ella se encuentra, ante la lamentable situación del Museo Néstor. Dijo que la escuchó y le prometió que ya estaba en ello, que “se abrirá en un año”. Ni corta ni perezosa, también intentó comunicarlo a la concejala de Cultura y Patrimonio, Encarna Galván, así como a la consejera del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, gestión que no sé si pudo realizar. Según la prensa local, en realidad las obras tardarán cuatro años.
El estimado amigo Esteban Guerra de la Torre, presidente de la Orden del Cachorro Canario, al conocer la situación tan lamentable de aquel inmueble del Pueblo Canario, ha colgado en las redes sociales el ruego a los que puedan enviarle más información sobre lo relacionado con el Museo Néstor, lo que agradecería, ya que pretende preparar un dossier sobre este caso anómalo para emprender las actuaciones pertinentes y necesarias desde la Orden del Cachorro. Además, por si fuera poco, también eliminaron los escasos aparcamientos que quedaban en la zona, con falta total de limpieza.
Y este es el personaje: Néstor Martín Fernández de la Torre, nació un 8 de febrero de 1887 en el seno de una adinerada familia, vinculada al círculo intelectual de aquellos momentos, facilitándole un entorno propicio a sus a sus necesidades creativas, que el propio Néstor sitúa en su más temprana infancia y primeros pasos. Néstor se inicia en el arte de la pintura en los tempranos años del siglo XX. Con tan solo 13 años, su destreza con los pinceles dejaba ya entrever su innata capacidad para pintar lo más bello e imposible. Así, cuando estamos ante un cuadro de Néstor, la primera impresión que tenemos es la fuerza de sus personajes, la contundencia de sus formas y carnosidad de sus figuras, sin dejar de lado el exuberante colorido, junto al mensaje que quiere revelarnos desde lo más hondo del subconsciente. Entre Tomás Morales y Néstor hubo siempre una química que los hacía andar por el mismo acantilado bello y peligroso al mismo tiempo por lo profundo: Dante y Virgilio. Esa química fue la que hizo posible que ambos se inspiraran uno del otro, el Poema del Mar y Oda al Atlántico.
Sus viajes y estancias en Barcelona, Madrid, Londres y París, le pusieron en contacto con el Barroco, el Romanticismo, el Prerrafaelismo, el Simbolismo y el Modernismo, movimientos que le condujeron a crear su propio lenguaje pictórico dentro de las corrientes modernistas. Su importante producción artística abarcó desde las escenografías y vestuario para el teatro, hasta la ilustración bibliográfica, además del retrato, el paisajismo, la mitología y los temas relacionados con Canarias. Este es muy en síntesis el gran personaje que fue nuestro primer pintor, paisano a la altura de Benito Pérez Galdós, Tomás Morales, Saulo Torón, Alonso Quesada, José Luján Pérez, Canónigo Gordillo, Manolo Millares, Domingo Rivero, Alfredo Kraus, Felo Monzón, José Franchi Roca, Juan Negrín, Néstor de la Torre, Gregorio Chil y Naranjo, o Agustín Millares Torres. Todos grandes prohombres, inmensos grancanarios y, por ello, universales, que a nuestros gobernantes, por lo que vemos, poco o nada les importan.
* En La casa de mi tía por gentileza de Erasmo Quintana
