Sobre pandemias, economías y costes sociales - por Federico Aguilera Klink
Nota de Chema Tante: Como es frecuente en la gente que hace las cosas bien, Federico Aguilera Klink siempre piensa que lo que hace es mejorable. De manera que ha tomado un artículo suyo soberbio, ¿De qué hablamos, cuando hablamos de pandemia? y, superándose a sí mismo, lo ha convertido en este texto que pone los pelos de punta. Tengo que decir una vez más, que da magua que los buitres neoliberales, que también habitan entre las y los canarii, tengan la sensibilidad de un erizo y el corazón de un guirre y no se estremecerán con este texto. Pero, como dice el propio profesor Aguilera Klink, no hay que abandonar, hay que seguir gritando la verdad. Yo, lo que tengo que añadir es que por el honor de publicar artículos como este vale la pena el esfuerzo de sostener La casa de mi tía. Gracias a Federico por escribirlo y a ustedes por leerlo y reflexionarlo. a ver si entre todas y todos podemos hacer algo por mitigar tanto sufrimiento, por enfrentarnos a tanta maldad.
Sobre pandemias, economías y costes sociales - por Federico Aguilera Klink *
Sin embargo, lo anterior y sus implicaciones se dejan de lado y, de un día para otro, nos quedamos “sorprendidos” por la crisis del coronavirus y por su “elevada tasa de mortalidad”.
De acuerdo con los datos disponibles el 28 de Abril de 2020, el número de casos confirmados por el Coronavirus a nivel mundial es de 3.041.764 (229.422), el de muertos es de 211.167 (23.521) y el de curados es de 893.967 (120.832). Los paréntesis muestran las cifras correspondientes a España.
El número de contagios ha ido aumentando y también el de muertes, aunque tomando las medidas adecuadas, tal y como parece que han hecho China y muchos otros países, se puede controlar la situación por lo que hablar de pandemia resulta absolutamente desproporcionado, si bien el miedo generado y el parón económico nos hagan vivir esta situación como si fuera una “auténtica pandemia”.
Lo que quiero decir es que si llamamos pandemia a esta situación, ¿Cómo tenemos entonces que llamar al auténtico desastre-pandemia de contaminación ambiental generado por la quema de combustibles fósiles, la agricultura industrial repleta de agrotóxicos que contamina suelo, agua y aire y deteriora la salud (https://consumidoresorganicos.org/2020/04/15/de-la-pandemia-del-agronegocio-quien-nos-cuida/), la comida basura, la contaminación del mar por los plásticos, el cambio climático irreversible…etc., en suma todo el desastre ecosocial que nos han enseñado a normalizar y a habituarnos sin que nos asustemos?
Si se califica a la situación actual de Pandemia por coronavirus, con algo más de 200.000 muertos en el mundo, ¿Cómo calificamos al hecho de que mueren al año 8,8 millones de personas de cáncer, según la OMS, en 2015 y se estima en 9,6 millones las defunciones para 2019? Unas 30.000 al día https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer
¿No es una auténtica pandemia la muerte de 1,4 millones de personas de cáncer al año en Europa? Cerca de 4000 al día. ¿Cómo llamar a la muerte de 112.714 personas de cáncer en España en 2018? Unas 308 al día https://seom.org/dmcancer/cifras-del-cancer/
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2019/12/19/5dfa64f5fc6c8369658b45c2.html
https://www.bloomberg.com/news/articles/2009-03-20/wall-streets-economic-crimes-against-humanity
que se aprende en las escuelas de negocios y que se aplica a la mayoría de las actividades “económicas”. En este sentido, apenas hay diferencia entre la cría industrial y hacinada de cerdos, pollos y vacas y el hacinamiento de personas mayores en las residencias de la tercera edad, como estamos constatando cada día, puesto que el objetivo de los fondos
financieros no es otro que conseguir ayudas públicas, obtener los dividendos más elevados y hacer creer que prestan servicios necesarios y de calidad.
El problema es que si los gobiernos y los ciudadanos aceptásemos que las muertes de cáncer están relacionadas con el sistema económico, con sus desastrosos impactos socioecológicos y con la cultura en la que vivimos, nos veríamos obligados a parar esta economía y a replantearla. El problema, de nuevo, es que el cáncer no es ‘contagioso’ y, en consecuencia, su mortalidad no es tan inmediata ni se relaciona, esta es la clave, de manera clara con la actividad económica.
Por eso, son enormes los esfuerzos oficiales para no aclarar esa relación de causalidad y, al contrario, se nos hace creer que el cáncer es algo “normal” que te puede tocar o no. Así pues, hemos “normalizado” el cáncer “por los beneficios socioeconómicos” que proporciona el uso de productos cancerígenos, como afirmó literalmente el Parlamento Europeo en 2006, con motivo de la aprobación del REACH, https://elpais.com/sociedad/2006/12/13/actualidad/1165964404_850215.html
el Catálogo de productos químicos tolerados en la industria. El problema adicional, trece años después, es que ni siquiera se cumple la normativa que exige el REACH por lo que la situación está fuera de control, según Amigos de la Tierra en Alemania, pero se mantiene la ficción de que economía y cáncer no están relacionados.
https://rebelion.org/pueblos-indigenas-coronavirus-y-la-hipocresia-occidentalizada/
¿Cómo, entonces, podemos seguir hablando de Pandemia cuándo las “democracias parlamentarias occidentales criminales de mercado” -entre las que se encuentra España- han destruido en los últimos años de manera irreversible y basándose en la violencia y la mentira impune, países, economías y culturas como Afganistán, Irak, Irán, Libia, Siria, Yemen, Mali, Camerún, Gabón, Nigeria, Congo, Chad, Costa de Marfil, Ruanda, Venezuela, Bolivia…………sumiéndolas en un desastre absoluto para saquear sus minerales, situación muchísimo más grave que la supuesta “Pandemia del coronavirus” que estamos viviendo, sin que esto signifique, insisto, que no estemos sufriendo y que incluso mientras escribo esto entiendo que puedo ser contagiado e incluso morir?
La lista de guerras y saqueos es inmensa, algunos ejemplos:
https://rebelion.org/ee-uu-reconoce-su-responsabilidad-en-la-crisis-de-venezuela/
https://cepr.net/images/stories/reports/venezuela-sanctions-2019-05-spn.pdf
-Sobre cómo los gobiernos franceses devastan Africa, mientras Occidente cierra los ojos, se puede ver el siguiente enlace de Eva Joly.
https://rebelion.org/eva-joly-desvela-la-verdad-sobre-la-presencia-de-francia-en-africa/
-Y sobre cómo las empresas inglesas saquean los recursos mineros de Africa ver https://waronwant.org/sites/default/files/TheNewColonialism.pdf
-Entonces, ¿Cómo podemos aceptar la manipulación del lenguaje y seguir hablando de Pandemia, cuando el modelo económico capitalista lleva siglos perpetrando millones de crímenes y, sin ir más lejos, lleva 7 millones de muertos en las guerras generadas desde el 11 S, que no es nada más que una excusa para esas guerras?
https://www.truthdig.com/articles/17-years-later-the-consequences-of-invading-iraq/
En consecuencia, ¿Por qué hablamos de Pandemia ahora, cuando el propio sistema económico occidental, que nos han enseñado a no ver, es decir, el capitalismo en el que vivimos, es precisamente una auténtica Pandemia criminal normalizada, que mata y saquea y no puede parar de hacerlo porque se autodestruiría, como muestran los datos recientes de disminución de la actividad económica y de mejora de los indicadores ambientales? Y quizás sea la única manera de parar esta locura y comenzar una transición hacia una sociedad y una cultura compatible y convivial al servicio de las personas, puesto que pensar en una transición justa con este capitalismo vandálico es una quimera.
¿Por qué hablamos de pandemia cuando, quizás, no es nada más que el resultado probable de la salvaje y chapucera guerra híbrida iniciada por el gobierno de EEUU, tras años de provocaciones y sanciones arbitrarias a China y Rusia, aceptadas por Europa, https://observatoriocrisis.com/2020/03/18/le-ha-declarado-una-guerra-hibrida-los-estados-unidos-a-la-republica-popular-china/ agravado por años de recortes en la sanidad pública para beneficiar a los fondos que invierten en la sanidad privada, con la excusa del aumento de la deuda pública tras el atraco de la banca legitimado por el Eurogrupo, ese lobby bancario que domina este espacio comercial llamado la Europa culta y democrática? http://blogs.lavanguardia.com/berlin-poch/atraco-perfecto
¿Cómo podemos seguir hablando de Pandemia porque se paraliza la economía y, es verdad, se genera un gran sufrimiento y mueren miles de personas (no millones), cuando las democracias de mercado generan habitualmente millones de muertos y un sufrimiento incalculable? ¿Por qué dejamos que nos arrebaten el lenguaje perdiendo toda capacidad de pensar con claridad sobre nuestra vida y sobre el inmenso sufrimiento que nuestro modo de vida le impone a millones de personas?
Resulta atroz la banalidad con la que los medios “proporcionan pautas de entretenimiento para sobrellevar el confinamiento en Europa”, desde películas, músicas, series, recetas de cocina, juegos,…etc., si uno piensa en cómo están “viviendo“ millones de personas la destrucción de sus países por las guerras criminales mencionadas más arriba o cómo “viven” los cientos de miles de refugiados que huyen de estas guerras y que están hacinados en “campamentos” como la isla de Lesbos. ¿También tienen pautas de entretenimiento?
¿POR QUÉ LOS GOBIERNOS OCCIDENTALES NO LUCHAN PARA EVITAR LOS MILLONES DE MUERTOS QUE CAUSA ESTE PANDEMIACAPITALISMO?
¿QUIÉN DECIDE QUÉ MUERTOS CUENTAN PARA HABLAR DE PANDEMIA Y LUCHAR CONTRA ELLA?
¿PODEMOS AFIRMAR QUE EXISTEN LOS GOBIERNOS OCCIDENTALES?
En resumen ¿Podemos entender, aceptar y poner en práctica que “Lo importante de la creatividad es sacudir las mentes atadas a formulismos establecidos y hacerlas pensar sin prejuicios”, como decía César Manrique en Escrito en el fuego? Si lo hacemos, veremos que hablar de pandemia en relación con el coronavirus, solo sirve para ocultar la realidad cotidiana de una economía capitalista, basada en una racionalidad criminal que destruye la salud de los ecosistemas y de las personas, generando unos costes sociales elevadísimos e irreversibles. Este sistema económico, sí es una pandemia.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Federico Aguilera Klink