“Paseando por la ciudad” - por Ramón Armando León Rodríguez *

En mis paseos por la ciudad, voy viendo los comportamientos de la gente y no dejo de asombrarme.

Ignoro si es por la edad o porque siempre he sido así, pero lo cierto es que me he vuelto muy observador.

Veo a personas con prisa, estresadas, quizá se les ha hecho tarde para llegar a su trabajo por alguna causa; a otras que caminan despacio, sin prisa, sin agobio, disfrutando de cada paso que dan; otras con la cabeza baja y andar cansino, alejadas de la realidad sin saber adónde van. personas deprimidas que parece han perdido la ilusión de vivir... También a otras, ya mayores, dormitando en los bancos, a otras con las cabezas metidas en los contenedores de basura buscando comida o algo que puedan vender. A otras más, bastante numerosas, sentadas en las aceras pidiendo para comer, eso reza en los carteles que han colocado a sus pies para que se puedan leer en ambas direcciones, en unos ponen tengo hambre, pero en la mayoría se puede leer estoy si trabajo y tengo tres hijos.

La mayoría de la gente, me incluyo, pasa por delante de estas personas pordioseras haciendo caso omiso de las palabras del cartel. Alguna vez he depositado algunas monedas en el vaso de plástico que generalmente portan en una mano, pero te das cuenta de que necesitas una saca de monedas para tanto pedigüeño y optas por no darle a ninguno.

En una pequeña ciudad, como es Las Palmas de Gran Canaria, es una vergüenza que el gobierno de Canarias, el cabildo y el ayuntamiento no se ocupen de esta pobre gente. Dicen que parte de los pedigüeños están controlados por mafias, pero tampoco se hace nada para erradicarlas.

Yo sigo con mis paseos preguntándome ¿El mundo está tan loco, o soy yo que veo cosas raras desde mi locura? Todo es posible.

…¿O no?

* Del muro en FACEBOOK de Ramón Armando León Rodríguez