En pie de guerra y dos coletillas - por Nicolás Guerra Aguiar

Corría el año 2009 (junio) cuando publiqué en La Provincia (columna “El Norte”) un artículo cuyo título responde exactamente a la primera secuencia del que encabeza este de hoy (lacasademitia). 

   En él muestro cierta perplejidad ante el arrojo del PP por elegir a doña Carmen Guerra como candidata al Cabildo de Gran Canaria, pues anteriores intervenciones suyas en el Congreso de los Diputados no conjugaban con los rigores necesarios en cuanto a desenvolvimientos dialécticos y coherencia de los mensajes (cualidades concedidas por Natura a pocos oradores, también es cierto). Quizás por su originalidad algunos desajustes de la señoría canaria -tras enfrentamientos orales con el entonces ministro del Interior, señor Rubalcaba- fueron reproducidos por distintos medios. 

   Es el caso, por ejemplo, de cuando le preguntó sobre la [imaginada] trama GAL en Canarias tras el reportaje de la revista Época (“Un GAL sin crímenes en Canarias”) y cuyo antetítulo (“Trama policial para implicar al PP en la corrupción”) lo dice todo. El ministro, entonces, le respondió: “Ha perdido usted una gran oportunidad de estar calladita”. Minutos después la señora Guerra dio tropezones lingüísticamente: “Ni sobre de la silla van a dar ustedes [el PSOE] lecciones de corrupción a nosotros [los del PP]”. Fue jeringonada del subconsciente, sin duda: ¡traidor el muy puñetero!   

   Y aunque por andar con gente de mi edad uno ya va entrando en la sinrazón quijotesca ajena a la razón, aun no acudo a forzadas repeticiones de artículos anteriores por más que aparente carencia de ideas o capacidades discursivas emular el  recurso presente en El eco de un eco de un eco del resplandor (1989), poética obra de Arturo Maccanti.  

   Pero la señora Guerra, doña Carmen, es profesional política ya no desde el siglo pasado... sino desde el milenio anterior, más peor (como decía mi hermano en su tierna infancia): concejala (1995-2006), senadora (2004), consejera cabildicia (2007) y diputada (2008). Hoy repite como edila en el Ayuntamiento de Las Palmas de GC  mas… su nómina del mandato anterior (34 556 euros brutos anuales) se reduce: oscilará entre cuatro mil quinientos y ocho mil euros (CANARIAS7), según asistencias a plenos y comisiones. 

   No obstante son cantidades absolutamente alejadas de los cincuenta mil (50 000) euritos (¡doscientos mil en cuatro años!) que, bóbilis bóbilis (graciosa dadivosidad del tripartito municipal con perras ajenas), ingresarán los números uno -doña PPepa- y dos -señor Sabroso- de la opposición: ambos también vuelven a ser ediles y también con manifiesta permanencia en la cosa política, tal si se tratara de una herencia o quizás del hado, acaso, destino o sino románticos que, como al personaje literario Werther, llegan impuestos.

   Doña PPepa fue concejala (1991), senadora, alcaldesa y diputada regional (por cierto: su intervención sobre la recuperación de Fernando Guanarteme resultó más un canto romántico que una lección histórica). Y puede llegar a más: ¿será otra vez señoría en el Senado por el tercio del Parlamento canario, acaso también con el señor Clavijo (este, a la manera del exalcalde Zerolo)? 

  El señor Sabroso, concejal, fue presidente de consejos de administración (instituciones municipales) y de la Agencia Gestora Local de la Energía de Las Palmas de Gran Canaria. Y como la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma, lo encontramos nuevamente como munícipe: parece que el hombre le ha cogido el gustillo a la relajante actividad plenaria, pues el deporte agota, vive Dios.

   ¿Nos vamos entendiendo, estimado lector? ¿Sospechamos por qué la señora Guerra parece encochinada, enfurruñada y enroñada con sus dos colegas del PP? (Dícese en  sacristías que el ppartido le había garantizado un prudente sueldito para ir tirando.) Pero la señora Guerra tropieza con la realidad: doña PPepa y el señor Sabroso, como números uno y dos del PP en el Ayuntamiento, cobrarán las dedicaciones exclusivas fijadas cada una en doscientos mil euros (200 000) cuatrienales, de los cuales deben reservar un buen pellizco para pagar asesores y consejeros privados sobre los mil un entramados de la cosa municipal, pues por muchos años de servicio no se dominan del todo.

Primera coletilla

Mientras distintos colectivos ciudadanos manifiestan emputamientos (Canarias, México, Colombia…) y decepciones por temas relacionados con ruidos nocturnos, calles sucias y putrefactas, barrios abandonados, marchitos jardines o desertizaciones de los mismos, matas y matojos en bordes de aceras y vías, caninas cagadas y meadas, uso festivo de Las Canteras, rincones cargados de cristales y latas, solares convertidos en estercoleros, malos olores…, va el autodenominado “Gobierno de izquierdas” municipal capitalino (PSOE, Nueva Canarias, Unidos-Podemos) y como primera actuación en el primer pleno extraordinario (¡y urgente!) decide subir entre el 16 y el 18% los jornales... políticos. La oposición (PP, Cs, CC), obviamente, montó en cólera y se negó a aceptar tal dispendio. Pero la tempestad amainó tras €l€m€ntal€s  m€nsaj€s: el pleno extraordinario acabó en consenso absoluto. Nadie, absolutamente nadie, puso el más mínimo reparo.

   No parece lo más serio iniciar el nuevo ciclo con disparatadas subidas (¿por qué no a pocos meses del final?). Aumentarles a concejales de la oposición con dedicación exclusiva la nada despreciable cantidad de 16 000 euros anuales (La Provincia), acaso con la interesada finalidad de acallar críticas o denuncias, roza la tomadura de pelo. (La oposición, resignada, recordó al duque de Rivas: es la fuerza del sino. Y calló. Y cayó.) 

Segunda coletilla

Otros ayuntamientos canarios nadan también en la abundancia presupuestaria. El de Telde tampoco pierde el tiempo: veintisiete concejales y veinticinco asesores cobrarán un veinte por ciento más respecto a la legislatura anterior (teldeactualidad). Los regidores con responsabilidades de gobierno rondarán los cincuenta mil euros, pero cada uno de los tres concejales de la oposición con dedicación exclusiva cobrará treinta y cinco mil.

 Conclusión

O cierta política paga muy bien o la enseñanza es rácana: los ediles de la oposición en Las Palmas de GC con dedicación exclusiva superan con creces la nómina anual de un catedrático de instituto... y en diez mil euros la del señor alcalde de Moya, sensación ética.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicoklás Guerra Aguiar