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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Planificar Canarias para salir de la Crisis - por Roque Calero

 

FRASE CALERO

Planificar Canarias para salir de la Crisis -por Roque Calero *

Desde hace mucho tiempo Canarias, su economía y su sociedad vienen padeciendo una serie de enfermedades que se manifiestan en unos síntomas claros: paro, pobreza, incertidumbres hacia el futuro especialmente entre los jóvenes, emigración de los más capaces, etc. Y todo ello a pasar de algunos signos de recuperación como ha sido en los últimos años un espectacular aumento de la burbuja turística y de la construcción que ha traído a Canarias más población foránea de la que hubiera sido necesaria si la tal burbuja se hubiera controlado.

Estos síntomas, con no demasiado acierto, se han ido amortiguando a base de paliativos como son los seguros de desempleo, las ayudas sociales de todo tipo, la resignación de la población, las ayudas familiares, etc.

En una economía monocultivista como a nuestra que depende en mas de un 50% de un turismo de masas penden demasiadas amenazas, unas a corto plazo como pueden ser circunstancias inesperadas como la actual crisis del coronavirus y otras a medio y largo plazo como el cambio climático y el “miedo a volar”. La primera nos ha estallado ahora, justo en el momento en que empezábamos a percibir la segunda. Y el resultada va a ser la catástrofe económica y social de Canarias que muchos percibían como una amenaza posible e incluso inevitable y que ya está entre nosotros

Para muchos la esperanza hoy es que la situación retorne al punto de partida mediante una potente inyección económica de procedencia externa y en las mismas líneas de siempre, como si el mundo no estuviera cambiando y continuar con las mismas medidas paliativas. En suma, mantener las mismas enfermedades  de nuestro sistema económico y los mismos “no remedios”

Desde luego está por ver si estas ayudas van a llegar y como, pero es seguro que la situación de partida no va a reproducirse. Y lo que es más, ni siquiera sería conveniente que lo hiciera en la medida que vuelva a una situación totalmente insostenible.

Tampoco podemos esperar que las ayudas del exterior se alarguen eternamente pues a fin de cuentas no somos más que un archipiélago lejano del continente y sobrecargado de problemas que difícilmente en una situación de crisis generalizada va a contar con muchas ayudas y tanto más cuanto más nos empecinemos en sostener una economía insostenible.

Así pues todo indica que tenemos que cambiar el rumbo de nuestro desarrollo de manera que podamos ser más sostenibles y que las ayudas que pare ello necesitemos y pidamos sean más creíbles.

Más sostenible significa más autosuficientes (menos dependientes del exterior en cuanto a recursos básicos), con una economía equilibrada (no monocultivista) y capacitada para generar empleo estable y de calidad.

Desde luego la solución no vendrá de la mano de grandes acciones de fuerte impacto sino de muchas pequeñas acciones, coordinadas entre sí, que conduzcan a Canarias al puerto de la sostenibilidad entendida como la definición dada por  Naciones Unidas: la satisfacción de todas las necesidades de todos sus habitantes de ahora y del futuro, incluyendo entre ellas la protección de su medioambiente. En suma, definir y aplicar un Plan de Desarrollo Sostenible en línea con lo señalado en la Agenda 2030 pero adaptada a las condiciones particulares de Canarias

Es imposible aquí señalar ni siquiera una pequeña parte de las que a mi juicio deberían ser las acciones contenidas en ese Plan y me limitaré a mostrar solo algunas con la esperanza que ellas puedan mostrar la dirección del cambio correcto.

Como se verá las acciones que Canarias necesita para cambiar el rumbo y para encauzar los recursos que a raíz de esta crisis puedan llegar  desde el exterior se basan en explotar adecuadamente nuestros propios recursos y en este contexto puede adelantarse que pocas regiones como Canarias pueden alcanzar tal grado de sostenibilidad.

En el ámbito de la energía Canarias debe explotar al máximo el potencial de sus dos fuentes autóctonas principales, el sol y el viento, para las cuales en el momento actual se dispone de tecnologías suficientes y a costes asumibles. Canarias se gasta cada año en combustibles fósiles para generar electricidad más de 700 millones de euros (barril a 40 $) sin contar las seguras penalizaciones por los efectos sobre el cambio climático,  por lo que un objetivo claro de sostenibilidad es rebajar esa factura por lo menos a la mitad, es decir, ahorrar 350 millones cada año. Por tanto un objetivo sería gastar 3.500 millones en los próximos 10 años en modificar en profundidad nuestro sistema de generación de electricidad. Ello supone nuevos parque eólicos no dispersos sino concentrados en plataformas energéticas insulares de titularidad pública, donde tanto entidades públicas como privadas pudieran instalar sus aerogeneradores y también nuevas centrales térmicas de respaldo con grupos de poca potencia y máxima flexibilidad.  También supone la potenciación  de la energía solar térmica y fotovoltaica a pequeña escala pero de forma masiva y asociada a todo tipo de edificaciones públicas y privadas.

En el ámbito del agua, el segundo problemas para la humanidad en el próximo futuro y también para Canarias,  su disponibilidad  solo puede proceder, con seguridad, del mar. Los estudios efectuados en Canarias desde hace ya muchos años indican que el 100% de toda el agua que se utiliza en las islas por debajo de la cota de 300 metros puede ser agua desalinizada a expensas exclusivamente de las energías renovables, especialmente el viento y además a unos coste perfectamente asumibles. En este caso se trataría de instalar parques eólicos y fotovoltaicos de uso exclusivo para la producción de agua potable para consumo humano y agrícola garantizando así la producción agrícola y la calidad de vida de  residentes y turistas  independientemente del régimen de lluvias. No más de 300 MW eólicos (50 aerogeneradores modernos) y las nuevas plantas desaladoras escalonadas a ellos acoplados resolverían el problemas del agua en Canarias para siempre.

En el ámbito de la agricultura Canarias es una de las pocas regiones del mundo en que podría alcanzarse un máximo autoabastecimientos de productos agrícolas en el marco de una alimentación sana. Los estudios efectuados recientemente en la Universidad de La Laguna señalan que podría superarse el 60% en muchos de estos productos. En el año 2019 las importaciones canarias de frutas naturales y conservas de frutas y hortalizas  supuso un total de 509 millones de euros. Por tanto con un impulso adecuado de la agricultura podrían ahorrase más de 200 millones de euro cada año lo que significa que puede ponerse al servicio del cambio de modelo agrícola más de 2.000 millones de euros en diez años. Estos recursos deberían dirigirse en dos direcciones: la protección y el impulso de la agricultura tradicional con un fuerte apoyo tecnológico que facilite las labores agrícolas y otro impulso fundamental a la agricultura de costa, fuertemente tecnificada y blindada frente al cambio climático y soportada en su integridad por recursos energéticos renovables.  

En el ámbito de la construcción, sector de alta ocupación en personal de baja cualificación, las acciones deben encaminarse en un doble sentido: incrementar la oferta pública de viviendas perfectamente adaptadas a las condiciones que impone el cambio climático y acomodar el parque de viviendas existentes a las necesidades derivadas de dicho cambio. Ello supone una construcción más tecnificada y sostenible y por tanto más calidad de vida y menos costes para sus moradores.  

En el ámbito del transporte  en el año 2019 Canarias importó vehículos por un total de 2.370 millones de euros  y el coste del combustible gastado superó los 600 millones de euros. Por consiguiente  las acciones deberían encaminarse a mejorar la oferta de transporte público y flexible acorde con las necesidades de movilidad de Canarias (poblaciones dispersas en el territorio sin grandes  movimientos punto a punto) y el giro hacia un parque móvil eléctrico del tipo Vehículo a Red (VTG) soportado exclusivamente con energías renovables (transporte libre de carbono basado en parques eólicos de propósito específico y centrales de recarga ad hoc). Una renovación del 50% de la flota térmica supondrá un ahorro de más de 1.000 millones de euros en los próximos 10 años solo en combustible. Al igual que con el agua, la flota de estos vehículos eléctricos se convierte en un excelente sistema de acumulación de energías renovables pero con una particularidad de excepcional importancia: la energía almacenada en la flota puede ser inyectada en las redes eléctricas y en particular en las micro redes domésticas o comunitarias. Un parque de 20.000 vehículos eléctricos suponen una energía almacenada de 3.000 MWh y 100 aerogeneradores de 5 MW pueden suministrar toda la energía que precisa una flota de 400.000 vehículos con las condiciones de viento de Canarias.

En el ámbito de la industria dos son las líneas que deberían marcar su desarrollo para conseguir una economía más equilibrada en Canarias: La primera es el apoyo al sector industrial actual y fundamentalmente a las consecuencias positivas derivadas de los cambios en las ámbitos de la energía, del agua, de la agricultura tecnificada, de la construcción también tecnificada y del transporte mediante vehículos eléctricos. La segunda es el impulso hacia la industria que se avecina, la fabricación a medida mediante impresoras 3D,  que supondrá múltiples pequeñas industrias  con personal de alta capacidad creativa y tecnológica.

En el ámbito del turismo parece evidente que el modelo actual basado en una oferta centrada en el nicho de sol y playa, masivo, de bajos costes y altamente dependiente del transporte aéreo está tocado en múltiples frentes y será imposible  mantenerlo en el futuro. Los competidores en los mismos mercados, las crecientes penalizaciones al transporte aéreo, los conflictos de todo tipo que pueden aparecer (la actual epidemia es un caso típico), el propio cambio climático que amenaza a este sector, etc., son causas inevitables de su insostenibilidad.  Sin embargo en Canarias otro modelo de turismo no solo es necesario sino posible y deseable. Un turismo que para mantener la actual oferta de camas debe incentivar un mayor tiempo de estancia que compense los costes económicos y medioambientales del transporte aéreo lo cual solo puede conseguirse incentivando la oferta complementaria, la sostenibilidad del destino (en términos energéticos y medioambientales) y los incentivos económicos que sean precisos (menos costes para estancia más larga o para las actividades complementarias). Para la oferta complementaria son muchos los ejemplos que pueden darse aunque por razones obvias no caben en este documento  y en cuanto a la sostenibilidad del destino la clave está en demostrar al visitante que los costes medioambientales de su estancia en Canarias, incluyendo su desplazamiento en avión, son inferiores a los que originaría su permanencia en su residencia habitual en el mismo periodo de tiempo. Y ello indica el esfuerzo que debe realizarse para adaptar la planta hotelera y las urbanizaciones turísticas a los nuevos paradigmas de un turismo sostenible que Canarias puede y debe liderar.  Todas las acciones anteriormente propuestas refuerzan la seguridad y la sostenibilidad del destino Canarias y esa va a ser la mayor demanda en los años venideros.

Como puede entenderse la ejecución de todas estas acciones y muchas otras a ellas aparejadas va a suponer un gran impulso del empleo en Canarias incluyendo el sector turístico que no solo mantendrá los empleos directos actuales sino que originará muchos otros indirectos en varios otros. Pero para que una vez más no haya de importarse personal cualificado es preciso que previamente a la puesta en marcha de las mismas se forme al personal canario que sea necesario hasta el punto que en libre concurrencia sean los más capacitados. Estas formaciones  seguramente precisarán de planes de formación a medida al margen (o como complemento) de las formaciones regladas actuales.

Para que estos cambios, y muchos otros no mencionados aquí, puedan llevarse a cabo y rindan los frutos deseables  es preciso confeccionar un plan de desarrollo al respecto, plan que no puede ser potestativo  de ningún gobierno, ni de ningún partido, sino de toda la ciudadanía de Canarias y especialmente de sus cuadros más capacitados con especial énfasis en los más jóvenes. Una vez confeccionado el plan deberá ser aprobado por el Parlamento de Canarias (y contar con el apoyo del Gobierno de España y de la Unión Europea) y posteriormente  asumido por el Gobierno de Canarias cuya función principal sería la de impulso del mismo desde dentro de la administración impidiendo por todos los medios las trabas burocráticas que suelen aparecer (un plan extraordinario, con unas leyes extraordinarias, para un tiempo extraordinario y con una burocracia a su servicio).

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Roque Calero y la colaboración de SAN BORONDÓN

http://www.sanborondon.info/index.php/desarrollo/economia/78863-planificar-canarias-para-salir-de-la-crisis

ROQUE CALERO RESEÑA

MANCHETA 21