Preparado para salir al campo de juego a jugar la prorroga - por Antonio Criado *

Cuando hace unos trece años  colgaba las botas políticas para pasar a  obtener la recompensa  del merecido descanso, disfrutar de la familia,  de  aficiones, nietos, un buen libro o una buena música, ni por asomo pensé  que me tocaría  salir  a jugar  de nuevo en la defensa de nuestros derechos sociales, pero la realidad, los acontecimientos no lo organizas tú, ya te vienen impuestos  por los ataques de la derecha más salvaje  ultra y  hooligan de la historia de nuestro país. 

Yo me aplicaba aquello de que cuando lo viejo muere o desaparece  lo nuevo nace y se desarrolla, pero nada más lejos de la realidad. Es la prueba de que los dichos o refranes son solo eso, refranes, porque la realidad es mucho más brutal. Los viejos luchadores ha ido desapareciendo, pero nunca fueron reemplazados generacionalmente de una manera natural, ideológicamente  hablando. Eso se  pudo comprobar cuando en diciembre del 2011  Mariano Rajoy llega al Gobierno y del “No tocare ni una coma en los derechos de los pensionistas”, nos impone el 0,25% durante cuatro años, acompañado de los copagos farmacéuticos.

Los pensionistas sacábamos la cabeza angustiados, buscando alguien que nos defendiera, pero no, nadie salía a la ayuda de los mayores. Ni partidos, ni sindicatos ni sociedad civil, orfandad absoluta. Ante aquel panorama de derrota ideológica  los mayores fuimos saliendo de nuestra zona de confort  y comenzamos a organizarnos y decidimos una vez más que no podíamos consentir  que la derecha más reaccionaria nos volviese a robar nuestro merecido retiro, ya que lo habíamos pagado durante un dura y larga vida de  trabajo, penuria, emigración y  lucha. 

Fueron años de una lucha muy sorda y poco mediática ya que  llamábamos a la lucha a todos los pensionistas. mujeres y hombres, pero en verdad  solo respondían aquellos que tenían algún grado de rebeldía, que mantenían algún grado de dignidad de clase. Llenamos plazas y poco a poco se fue tomando conciencia y encontramos el sentido a nuestra lucha, los partidos de Izquierdas fueron asumiendo poco a poco nuestra lucha y los mayores que habíamos asumido cuotas de responsabilidad en la organización de los mayores, entendimos  que mientras  lo nuevo no despierte de  su letargo, lo viejo tendremos que aguantar el tipo.

 De esa reflexión sale el titular de este escrito, ahora ya no es solo el ataque a nuestra familia, los pensionistas de toda España, ahora es un ataque despiadado a toda nuestra clase la clase Obrera, entendiendo por clase Obrera  a todos aquellas o aquellos que vivan  de tener que vender su fuerza de trabajo, de su inteligencia o su arte en el día, día. No es de recibo que  un trabajador que trabaja 12 horas 6 días a la semana pueda ser pobre de solemnidad.

Es por todo ello que algunos hemos decidido  ponernos el mono de faena y volver  voluntariamente a la responsabilidad de la defensa ideológica de nuestra clase. Como suelo decir a los que me escuchan, yo  estoy de vuelta, no busco ni  tengo proyección, estaré ayudando, apoyando, mientras  las fuerzas me acompañen. No tengo otra cosa que hacer mientras tanto.

Para cerrar esta reflexión me atrevo a mandar un mensaje a tantos compañeros de lucha   desperdigados por todos los territorios  de nuestro país, para animarles a  retomar  su puesto  en este nuevo empeño de unir  luchas y voluntades, en un deseo  y una necesidad común, LA UNIDAD  DE LA IZQUIERDAS EN UN BLOQUE COMUN, donde podamos construir con garantías  la alternativa, que pueda enfrentarse y frenar el nuevo Orden Mundial, ese nuevo Orden Mundial que nos quiere, derrotados, famélicos y depresivos.

 No se trata de imponer ideas a nadie, se trataría de logran un espacio común de trabajo y desarrollo, donde todas nos encontremos cómodos sin perder su impronta ni  su idiosincrasia lo que nos hará más fuertes, más plurales y democráticos. 

Organización, Unidad, Pluralidad con lealtad, los ingredientes  o argamasa para el Muro Obrero

Dos Hermanas a 12 de Enero del 2.024

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 San Denis París  2014