La prueba

Ana de los Santos

No me digas nada, ya lo sé. Pero así y todo va a ser difícil vivir sin ti. 

Ya hiciste tus maletas, te espera un barco que te llevará a la otra orilla. 

Sé que no volverás. 

Porque tú me estarás esperando donde sea tú estés. No puedo cruzar a la otra orilla. 

Me retienen los afectos. 

Esa es tu prueba: me dijiste.

Soltar las amarras del pasado para poder alcanzar el futuro.

No se puede avanzar con peso – me advertiste con afecto -  llevando el lastre de lo vivido.

Para ir a la otra orilla tienes que ir desnudo de remordimientos y nostalgias.  

Me preguntaba si podría hacerlo.

Se trataba de convertirme en lo que soy, y no en lo que pienso que soy.

Los días pasaban  pero de tus palabras no me olvidaba.

Se habían grabado a fuego en mi corazón.

Hasta que un día mis velos cayeron y pude ver.  

Salí descalza, de prisa,

sin llevar nada conmigo.   

Caminando sobre la arena busqué mi barca.

Y allí te encontré, esperándome.

No me iría sin ti – me confesaste.

Pero tenías que pasar la prueba.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Ana de los Santos