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martes, 23 de abril de 2024 23:23h.

PSOE: Las primarias "aquí abajo" - por Santiago Pérez

 

SANTIAGO PÉREZTodos somos espectadores de cómo se están gestando algunas adscripciones  en este proceso de primarias socialistas: convicciones ideológicas, intereses de supervivencia, lealtades entre amistosas y vasalláticas…

PSOE: Las primarias "aquí abajo" - por Santiago Pérez *

Todos somos espectadores de cómo se están gestando algunas adscripciones  en este proceso de primarias socialistas: convicciones ideológicas, intereses de supervivencia, lealtades entre amistosas y vasalláticas…

Veo  a algunos apoyando a Susana o a Sánchez y dan ganas de preguntarles qué hace un chico o una chica como tú en un sitio como éste.

Sin embargo, empiezo a pensar que Aquí Abajo, durante y después de las primarias, los resultados de toda esta pugna pueden ser paradójicos. Y los beneficiarios, inesperados. Bueno, no tan inesperados.

Y tal vez sean esos resultados paradójicos los que permitan explicar ciertas alineaciones inexplicables.

A Susana no le conviene amadrinar, pongamos por caso, ningún acercamiento entre los socialistas canarios y el PP en las Instituciones del Archipiélago porque abriría un flanco a sus detractores izquierdistas. Ni a Pedro Sánchez tampoco, porque sería contradictorio con su estrategia de unidad de la izquierda. Luego, por una razón y por la contraria, Coalición Canaria podría seguir siendo el ingrediente de todas las salsas, como desde hace más de 25 años.

No tengo ninguna proclividad a los entendimientos con el PP; por eso simpatizo más con el discurso de Sánchez.

Pero defiendo que en un régimen parlamentario como es el nuestro a todos los niveles: estatal, autonómico y local   --en el que el poder ejecutivo es responsable ante  una asamblea representativa, sea el Congreso, los parlamentos autonómicos o los plenos de los ayuntamientos y cabildos,  que aprueba las normas jurídicas, los presupuestos y controla al gobierno--   son legítimos los pactos entre las fuerzas políticas democráticas siempre que no supongan un engaño al electorado y se sustenten en acuerdos programáticos públicos que intenten responder a  necesidades de los ciudadanos que otros han sido incapaces de afrontar durante largos años en el poder  (por ejemplo, sin ir más allá, en las “islas verdes”)

Muchos consideramos  --cada vez más--  que en Canarias  la posibilidad real de la alternancia política es una necesidad apremiante para recuperar la calidad de la democracia y de la autonomía “regional”, insular y municipal.

Dos obstáculos se oponen: un sistema  electoral diseñado para edificar y perpetuar un sistema de poder, un “Régimen”. Y una centralización creciente de las decisiones políticas, incluso en un partido como el PSOE cuyos estatutos y tradiciones  consagran el federalismo como principio organizativo (artículo 4.3).

Por eso me parece tan importante que los socialistas canarios se comprometan con la reforma electoral como que exijan  a todos los candidatos a las primarias un compromiso explícito de modificar el artículo 36.i de los estatutos federales, de modo que el Comité Federal “determine las alianzas del Partido” en la política  estatal, dejando para las agrupaciones territoriales la definición de los pactos a nivel autonómico, provincial- insular o local.

Me parece una garantía básica de un sistema profundamente descentralizado, como debe ser el Estado de las Autonomías,  y de la propia autonomía que la Constitución reconoce a las nacionalidades y regiones, provincias, islas y municipios. Ya que  la primera manifestación de autonomía  consiste en que los ciudadanos puedan cambiar con su voto, sin interferencias externas, el gobierno de su comunidad autónoma, cabildo o ayuntamiento.

Si se cambia, por fin, el sistema electoral al Parlamento de Canarias pero la política de alianzas para las Instituciones canarias las decide “Madrid” Coalición Canaria seguirá manteniendo su régimen y los intereses que representa,  más visibles ahora  que nunca.

No estoy proponiendo un sistema político de compartimentos estancos. Ni es posible, ni sería conveniente. Sólo una regla razonable que admita excepciones, como toda regla, cuando las circunstancias lo justifiquen. Pero sí  propongo cambiar la regla actual y el modo de decisión que se ha convertido en ordinario en los partidos de ámbito estatal: porque pervierte la estructura territorial del Estado y un sistema de convivencia entre las personas y los pueblos de España que tiene en las autonomías territoriales uno de sus principios esenciales.

Y para que “más nunca”, el clavijo de turno disponga de razones o de apariencias para volver a llamar medianeros a los socialistas canarios.

* En La casa de mi tía por gentileza de Santiago Pérez

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