Citado:

Qué aceptación antinatural de lo que está mal hecho tenemos los españoles - por Erasmo Quintana *

¡Qué sociedad tan deshumanizada e injusta es la nuestra! Con qué estado de aceptación ante situaciones rocambolescas es la que nuestra gente, esa que vive con el alma en un puño, mientras presencia a paisanos que nadan en el capricho de la opulencia. Cómo se permite, por ejemplo, que la Iglesia Católica (de Cristo), se agencie todo lo que puede, y más, -dicho en referencia a un buen artículo de Paco Vega sobre el edificio de Los Salesianos de Guía- pues se ha inmatriculado una importante cantidad de terrenos e inmuebles en todo el territorio nacional, que ya es imposible saber, todo en un sistema democrático y en una nación laica, que no ha resuelto todavía el diferencial socioeconómico de los españoles, gobiernen quienes sean -derecha o izquierda-, que lo mismo da. Y este Gobierno hace lo contrario: en vez de anular el regalo que le da a la Iglesia, lo mantiene y hace extensible a las restantes confesiones. ¡Nada, que somos un país rico!

La Iglesia de Roma, pues, resulta ser un importantísimo emporio económico, uno de los más poderosos del mundo. Ya lo dijo Napoleón, cuando reseñó que le oía tanto a la curia decir que “el reino de Dios no es de este mundo”, pero que cuanto cae en manos de los curas, lo atrapan con la máxima fuerza y nunca lo sueltan”. Pero no es solo de ésto mi comentario. Va también sobre lo que, según El Plural.com, dijo Woody Allen, exculpando a Luis Rubiales, y manifestando su incredulidad ante la idea de que alguien puede perder su trabajo y ser castigado de manera tan severa por dar un beso a otra persona.

Aquí, con esta expresión, se ve que el bienintencionado cineasta no va al fondo del asunto y se quedó en la periferia. La realidad es que el beso de Rubiales no consentido fue el detonante que hizo explotar una línea de comportamiento anómalo, la gota que colmó el vaso. Un tan alto representante del fútbol español no puede conducirse como un macarra chandalero, sin la menor compostura. No puede permitirse dar rienda suelta a actitudes vejatorias sobre otras personas, en este caso las campeonas mundiales de fútbol. Tiene en todo momento que estar a la altura que le exige su cargo: representa a un gran colectivo de mujeres deportistas, las cuales son merecedoras del mayor de los respetos, así como a su país, España. Estas mujeres singulares son merecedoras de la mayor consideración de quien debe tener el honor de representarlas.

A simple vista de quien tal vez no ha podido ver más, es cierto que un beso en los labios en si mismo no debe tener connotaciones morbosas, y aunque las tuviera, su leve gravedad no alcanza la importancia para estimarla de  comportamiento de extrema condena. Luis Rubiales tiene un proceder escabroso, nada en rigor adecuado. Ha hecho gala de su poder estratosférico: maneja un presupuesto supermillonario que le viene del ministerio de Cultura y Deportes, así como de diferentes organismos, entre los cuales se encuentran las quinielas. Tanto dinero en sus manos le da un poder que podíamos denominar sobrenatural. Tan endiosado está por ello este personaje del fútbol nacional, que durante su discurso y su insistente “No voy a dimitir”, le prometió in voce a Jorge Vilda, que estaba allí, en la primera fila aplaudiéndole con ganas, la continuidad en su cargo con un sueldo de medio millón de euros al año. 

El estadounidense Woody Allen estuvo presente en el Festival de Venecia-2023, quien hizo desde tan emblemático lugar esas declaraciones, bastante sorprendentes por cierto, las cuales no han dejado indiferente a nadie. Recordemos que el cineasta fue acusado de abuso sexual sobre su hija adoptiva, con la cual acabó casándose. Esta vivencia suya, suponemos, será la causa de su singular punto de vista con el beso, no consentido por su receptora, Jenni Hermoso, que venimos comentando. En un acto de apoyo del primer capitán de la Selección Española, Álvaro Morata, se expresó sobre la crítica situación entre la Selección Femenina del país: “Queremos lamentar y expresar nuestra solidaridad con las jugadoras campeonas del mundo, que han visto empañado su exitoso mérito. Asimismo, rechazamos los comportamientos inaceptables de Luis Rubiales; no han estado a la altura del cargo que ostenta de Seleccionador Nacional”. Lo justificó después diciendo: “Denunciarlo era nuestro deber como jugadores de la Selección Española de Fútbol”. Finalmente, Jennifer ha presentado denuncia contra Rubiales en la Fiscalía nacional.

El huracán Rubiales se ha llevado por delante al seleccionador femenino y entrenador, Jorge Vilda, al éste posicionarse a favor de Luis Rubiales, olvidándose de apoyar a sus pupilas campeonas, que doblemente lo han sufrido porque el incidente ha restado brillantez a la gesta como campeonas mundiales, pasando la misma a segundo plano. El apoyo significó que para Vilda la culpa es de Jenni Hermoso. Con la destitución, su cargo será ocupado por la segunda entrenadora, Montse Tomé. La confianza en ésta, su saber y su técnica, supone la esperanza.

* Gracias a Erasmo Quintana