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sábado, 20 de abril de 2024 09:50h.

Rebelión en el pesebre - por Rafa Dorta

Las luchas intestinas en el seno de Coalición están desembocando en una guerra fratricida por el poder. Los clavijistas del alcalde lagunero continúan recabando apoyos entre los menceyatos de las islas, bajo la dirección de obra de un viejo activo, Manuel Hermoso, que une su influencia a la de otra genuina representación de la vieja guardia...

Rebelión en el pesebre - por Rafa Dorta

Las luchas intestinas en el seno de Coalición están desembocando en una guerra fratricida por el poder. Los clavijistas del alcalde lagunero continúan recabando apoyos entre los menceyatos de las islas, bajo la dirección de obra de un viejo activo, Manuel Hermoso, que une su influencia a la de otra genuina representación de la vieja guardia. Y de Ana Oramas, mujer de carácter que combina el amor que siente por la añepa con su condición de monárquica convencida; aunque antes de escandalizarnos, reflexionemos, y si hay alguien que esté libre de contradicciones, que tire el primer berolo. Ambos, junto al mirlo blanco del Cabildo, el aseado heredero de Ricardo Melchior y gran valor en alza, Carlos Alonso, continúan echando aceite hirviendo en el pesebre paulinario. Sus intentos de noquear al astuto jugador de dominó -conocedor como nadie de los intrincados vericuetos que transitan las débiles y traicioneras lealtades insulares- llevan camino de convertirse en un callejón sin salida para la supervivencia de una organización político-empresarial que lleva demasiadas legislaturas apoltronada en el porche del chalé con vistas a la finca, y que ya se olvidó de lo que es madrugar para ir a trabajar a la platanera.

El núcleo duro de ATI se ha confabulado contra el personalismo de Paulino Rivero, constante presidente del gobierno por arte de la pacto magia, al que se le detectó hace tiempo el síndrome del emperador en un análisis sorpresa, y trata por todos los medios de que se baje del machito y preste los juguetes, pero el egregio sauzalero, lejos de someterse a las presiones, no parece albergar otra intención que no sea la de perpetuarse a sí mismo y aguarda, sibilino, con los ojos chiquitos y azorrados, a que el ímpetu juvenil de Fernando Clavijo se estalle solito contra el espigón, al modo de un inexperto capitán que anda muy concentrado en la maniobra de atraque y acaba distrayéndose de lo que hace su tripulación. El paulinato posee la cualidad de controlar el bosque en todo momento y no se deja arrastrar fácilmente por las provocaciones de un grupo de árboles rebenques.

Si fallan en el envite, los daños colaterales dañarían seriamente la línea de flotación del entramado coalicionero, pues podrían perder el bastión inexpugnable de La Laguna, presentando a un candidato desconocido, y a partir de ahí, se produciría una reacción en cadena engrasada por los impredecibles resultados de las elecciones autonómicas. A día de hoy no existe ni una sola estructura que no se esté viendo afectada por el proceso acelerado de cambios que estamos viviendo, y un grupo que maniobra detrás de un más que discutible nacionalismo, en función de sus propios intereses, no va a ser una excepción, máxime si la auténtica corriente nacionalista decide apartarse de este río revuelto, en el que no se espera la aparición de ningún pescador para recoger la inexistente ganancia.

El fenómeno de implosión en Coalición Canaria, más que una posibilidad, es una realidad en ciernes. Si se produce esa ruptura interna, habría que ver quién se atreve a ordenar las piezas de un puzzle tan complejo. La liquidación de un negocio fundado por los mismos que ahora son capaces de superar el límite de tensión y reventarlo todo si no se salen con la suya.

rafadorta.blogspot.com