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viernes, 29 de marzo de 2024 08:39h.

Reivindicando una calle para homenajear a un hombre, que quito mucha hambre

Recuperando Sensaciones de mi Niñez… - por Antonio Criado

 

FRASE CRIADO

Recuperando Sensaciones de mi Niñez… - por Antonio Criado, socialista de Utrera *

Reivindicando una calle para homenajear a un hombre, que quito mucha hambre

Ahora que escucho en Radios y TV a sesudos señores o señoras, aseverando  todo lo que le debemos los Españoles a tal o cual personaje, yo les escucho desde la lejanía de la desafección y el hastío ciudadano  y me digo para mí mismo, “Yo a ese nada le debo, más bien él me debe a mí y a los millones de Españoles que vivan a cuerpo de rey él y su numerosa familia".

Y  me vienen a la cabeza personas que humildemente y desde el anonimato, ayudaron a ciento de personas  a sobrevivir, en aquellos años en blanco y negro muy negro de hambruna, miseria y falta de libertad.

La lista de esas personas se archivan en mi cabeza y antes que se vallan borrando quiero dejarlas aquí para que vean la luz y las nuevas generaciones lean, que personas muy  humilde del pueblo ayudaron con su generosidad a paliar el hambre a numerosas familias, que hoy alguna de aquellas familias o miembros de ellas parecen haber olvidado.

Voy a comenzar con un hombre que para mí fue ejemplar, por su carácter su amabilidad y cercanía con el más pequeño cosa que he ido contractando al hablar con otras personas, conocedoras de la figura de Faustino el de la panadería.

PANADERO ANTONIO CRIADO

Faustino Delgado, era un hombre  ya mayor menudito y muy hablador ,a mí me parecía un hombre muy culto , que siempre tenía unas palabras amable para contarte cosas, cuando ibas a por el pan que tu madre te había dejado encargado antes de irse a trabajar o en aquellas largas tardes cuando le pedias a tu madre la merienda y tu madre te decía , “niño ve a casa Faustino y que te de un bollo y una onza de chocolate y terminaba con la palabra mágica ,que te lo apunte”.

Que lo apunte en la libreta, benditas libretas que ayudaron a tantas y tantas familias a sobrevivir, un bollo y una onza de chocolate era en aquellos años un lujo un verdadero tesoro .chocolate aquel que cuando le dabas el bocado parecía tierra pero a ti te parecía gloria bendita. O uno de aquellos bollos o teleras (medio quilo) que  le abrías un agujero y le ponías aceite y un terrón de azúcar y era el niño más feliz del mundo.

Faustino tenía la panadería en la carretera  hoy Avenida de Andalucía, era una panadería pequeña donde vendía el pan que el mismo hacía de madrugada, el su mujer María y sus dos hijas, Mariquita  y angelita. En aquellos años el pueblo terminaba en la carretera que era la C.N Sevilla Cadiz y a partir de ahí, comenzaba el olivar, en la calle Amancio rene  eran todos almacene de tonelería en una acera y en la otra se comenzaba a hacer  algunas casas  desde la esquina de Carlos I,  hasta el Palmarillo, en los otros trozos de calle,   era una especie de huerta los niños le decíamos de Joselito, Carlos I era un callejón aun no existía ni San Pablo ni el Rocío, ni Casas Baratas, Los Pírralo era campo y solo existía  un par de  almacenes y el Matadero Municipal. 

A una de aquellas casas de autoconstrucción en calle Amancio Rene, me trajeron mis padres con cuatro años, veníamos de la calle Escalerita  hoy San Bernardo de la casa de mi abuela Dolores.

Pero volviendo al personaje que quiero poner en el candelero, Faustino el panadero, en aquel barrio  en formación, la panadería era el sitio donde nos abastecíamos todos, y eran contados los que yo veía pagar con pesetas, todos mis amigos solíamos acudir allí a la hora de la merienda, por la mañana con la talega,  pan para los canastos de los que salían a trabajar y por la tarde si estábamos jugando en el llamo de Joselito o la castañera, a las cinco parábamos y acudíamos a casa Faustino , “ Faustino un bollo él se reía, siempre te contaba algo y  alguna vez te regalaba un bollo de leche, los mejores del planeta. Y un recuerdo instalado en mi sentidos el olor a Navidad, en el horno donde Faustino dejaba que nuestras madres le llevasen los lebrillos de tortitas de mantecas hechas en casa que el metía en el horno y el aire olía que alimentaba.

Conozco a familias que llegaron a deber del Pan diario a Faustino  una fortuna,  el con aquella paciencia y amabilidad  ,esperaba y esperaba tiempos mejores , mi padre trabajaba en el campo y en las temporadas de lluvia, recuerdo que salía con su bicicleta y paraba en el bar Manolito Moreno que estaba  en la esquina de la carretera  con calle romera  allí se tomaban el vasito de aguardiente siempre fiado hasta cobrar  y si  veían que dejaría de llover seguían para el campo y si seguía la lluvia volvía a casa, casi siempre con alguna copita de más ,si no se trabajaba no se cobraba  y en aquellos años  no había ni cartilla , ni tarjetas. Era vivir en el día a día.

Recuerdo una temporada de casi cuatro meses lloviendo, sin trabajar pero en casa nunca falto el pan gracias a Faustino, mi madre iba y hablaba con él  y él siempre le decía Ana no te preocupes, eso sí, en cuanto que cobre tráeme el dinero que si no, no puedo seguir dando.

Cuando fue llegando tiempos mejores  también fue cambiando  las costumbres, recuerdo que se comenzaba a ver la bollería, el chocolate con leche  etc.,  ha uno  como es natural se te metía por los ojos, “mama cómprame un  dulce y tu madre te decía bueno pero hoy nada más”, ibas a la panadería y se lo pedias y Faustino siempre te decía “eso es bollería industrial y no es nada sano , toma un bollito de leche que es natural  y muy sano y te lo regalaba , siempre salías contentos cuando el té hablaba  y contaba cosas que a ti por la edad  se te escapaban. 

Disfruto recordando recuerdos y vivencias de mi niñez, pero el motivo principal de este escrito es guardarle un homenaje a esta gran persona que fue Faustino y darle mi merecido reconocimiento, Faustino tu si te mereces una calle en nuestra nomenclatura de calles y plazas públicas.

Acto que el ayuntamiento debería de estudiar y lleva a pleno.

A.C.

* Un gran abrazo a la familia hijas y nietos. Con los que mantengo lazos de cordialidad y respeto.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Criado

antonio criado barbero bandera república

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