Buscar
domingo, 19 de mayo de 2024 01:39h.

Referée político - por Isidoro Sánchez

Recuerdo mucho a mi abuelo materno, entre otras cuestiones, porque cada vez que regresaba de jugar al fútbol me preguntaba acerca del comportamiento del equipo arbitral, en particular del árbitro del partido, del referée, en lugar del resultado...

Referée político - por Isidoro Sánchez, de PX1NMEC (Plataforma por un nuevo modelo energético para Canarias)

Recuerdo mucho a mi abuelo materno, entre otras cuestiones, porque cada vez que regresaba de jugar al fútbol me preguntaba acerca del comportamiento del equipo arbitral, en particular del árbitro del partido, del referée, en lugar del resultado. Por ello ahora me ha llamado la atención que todo un catedrático de Derecho Constitucional, como el profesor Ruiz Robledo, pregunte públicamente también por el comportamiento de un árbitro, en este caso el Tribunal Constitucional (TC) español, que tiene como magistrado presidencial a un personaje que nos sé si va vestido de negro pero que sí nos trae por el camino de la amargura  a quienes recurrimos, por entenderlo inconstitucional, un real decreto ley de finales de 2010 -etapa Zapatero con Miguel de Sebastián de ministro del ramo- que afectó con carácter retroactivo las reglas de juego de la retribución económica a la hora de producir  energía eléctrica en régimen especial contemplada en el RD 661/2007. Un camino de espinas que ahora va ensanchándose por mor de los impactos negativos de la aprobada “deforma eléctrica” por parte del gobierno de Rajoy, a propuesta del ministro Soria, referente de in-sosteniblidad total, quien para justificar la marca España viaja a la City londinense acompañado por otros mosqueteros de las políticas energéticas y económicas del país, repletas de reformas, demandas y contrarreformas tal como estamos viviendo.

Resaltaba recientemente el profesor universitario Agustín Ruiz Robledo el revuelo producido en la sociedad española al descubrirse la militancia del magistrado Pérez de los Cobos, actual presidente del TC, en el partido que apoya el gobierno actual, el PP. Al parecer no está muy claro el asunto de las incompatibilidades de los magistrados constitucionales a la hora de combinar política y actividad jurídica pero da mucho que pensar por los efectos en la ciudadanía.

¿Qué puede esperarse de un referée político como el TC que está  controlado por unos <<jugadores del equipo PP>> que imponen sus reglas de juego y sólo las aceptan a la hora de aprobar sus normas en el órgano legislativo correspondiente? ¿Qué nos espera a los miles de españolitos, atrapados por el Sol, que hemos recurrido y vamos a seguir recurriendo ante el TC las veleidades políticas de los responsables gubernamentales de la energía española?

Tal como analiza el profesor constitucionalista Ruiz Robledo, los lazos del sr. Pérez de los Cobos con el PP se han reforzado últimamente, por lo que aboga por una fórmula que acredite el nombramiento de los magistrados constitucionales, hasta el punto que invoca la metáfora de la mujer del César y su honradez. Entendemos por tanto que el TC debe tener crédito y ser imparcial pero por los incidentes que ese están viviendo recientemente tenemos serias dudas al respecto. Por eso pienso que Dios nos coja confesados, y espero que no nos quite el sol ni borre el viento.

En este sentido acudí a la figura del belicoso prusiano Carl von Clausewitz, al que se refirió también Ruiz Robledo en su reciente artículo sobre el TC. Aprendí que era paisano y coetáneo del naturalista Alexander von Humboldt y le gustaba la trinidad inseparable de la pasión, el juego y la política. En su obra militar DE LA GUERRA definió a ésta como un acto de fuerza que se lleva  a cabo para obligar al adversario a acatar la voluntad del otro. Hoy me permito evocarlo porque me da la impresión que el gobierno español no sabe lo que se está jugando, cuando mete indebidamente la mano en la cartera de las personas -físicas y jurídicas- afectadas por las veleidades políticas en materia de energías renovables, y amenaza la calidad de vida de los ciudadanos en general.

Parece como si le importara poco al gobierno PP que las decenas de miles de afectados por la apuesta tecnológica de generar electricidad con fuentes renovables, a partir de 2007, hayamos recibido a partir de 2011 un impacto negativo de un 40% de producción, por recortes de las horas de sol primadas y por los impuestos sobrevenidos; que se genere otra burbuja, la renovable; que se retrase la transposición de las directivas europeas de energía;  que millones de ciudadanos sigamos sufriendo en materia de salud las consecuencias negativas de la emisión de CO²; al igual que el perjuicio anual para las cuentas de la “caja pública” de seguir importando miles de millones de euros en petróleo. La calidad de vida de los ciudadanos no figura en sus papeles políticos y menos los derechos constitucionales. De eso sabe mucho el ministro Soria y por ello no estaría de más enseñarle, desde la grada ciudadana, una tarjeta roja.

 

Isidoro Sánchez Garcia

PX1NMEC

(Plataforma por un nuevo modelo energético para Canarias).