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jueves, 25 de abril de 2024 07:00h.

Rita Barberá: In desmemoriam - por Álvaro Felipe

 

álvaro felipeLa hipocresía de la extrema derecha roza lo patológico mientras la prensa “libre”, de “una, grande y libre”, pone su granito de arena llevando al paroxismo de la ignominia que los diputados de Podemos se ausentasen durante el minuto de silencio en memoria de Rita Barberá.

Rita Barberá: In desmemoriam - por Álvaro Felipe *

 

EL PAÍS Y RITA BARBERÁ

La hipocresía de la extrema derecha roza lo patológico mientras la prensa “libre”, de “una, grande y libre”, pone su granito de arena llevando al paroxismo de la ignominia que los diputados de Podemos se ausentasen durante el minuto de silencio en memoria de Rita Barberá.

O en su “desmemoria”, según se mire, porque apenas 48 horas antes del óbito desde Génova recordaron que la imputada Rita Barberá "Ya no es de los nuestros", "ya no es del PP", como prueba de la desvinculación del partido con un nuevo “caso aislado” de corrupción. Rita Barberá había sido expulsada del PP en septiembre, ante las presiones pre-electorales de todos los partidos en general y de su marca blanca Ciudadanos en particular, justo cuando el Tribunal Supremo decidió investigar el presunto "pitufeo" del PP en Valencia ¿O acaso el “pitufeo” es “Marca España” y no sólo se hace en Valencia?

Por su parte, la prensa mamporrera del movimiento, hasta tiene un titular para su edición internacional y otro más entrañable para consumo interno ¿Sigue funcionando la censura aunque sea de modo voluntario? ¿Nos cree EL PAIS diferentes a los españoles del resto de la humanidad?.

rita barberá leticia felipe¿Olvidó el PP que en el colmo de la hipocresía la mantuvo aforada en la Comisión Permanente del Congreso para mantener su trasero a salvo entre los dos últimos procesos electorales?  Fue Mariano Rajoy, el mismo que escribió los SMS con las frases “Sé fuerte, Luis” y “hacemos lo que podemos”, el que la aupó a Senadora tras su debacle electoral en las autonómicas y locales de Valencia. Al menos en esta ocasión Mariano si que hizo lo que pudo.

El democrático Rey que nunca se ha presentado a unas elecciones, mencionó la lacra de la corrupción en el discurso que pronunció durante la solemne sesión de apertura de las Cortes. Todo un detalle que nombrase la corrupción en su discurso, lo malo es que a los pocos minutos de nombrarla,  en el "besamanos" saludó a Rita Barberá con su borbónico y campechano genoma, departiendo amigablemente con ella, quien embriagada por el “caloret” de la solemnidad posó para la foto de familia con su mejor sonrisa. De oca en oca y tiro porque me toca: así empezaba el nuevo curso parlamentario, con más presuntos delincuentes dentro que fuera, como nos recordó Pablo Iglesias.

Pero la hipocresía no es pecado capital, y ellos lo saben. Por eso el auténtico pecador de la pradera es Pablo Iglesias, por rojo y por ateo. No pierden comba la caverna mediática ni los neo-liberales en marcar la católica, apostólica y romana diferencia con la gente de bien, o sea, la de derechas. Pablo Iglesias es un hereje con coleta, eso está claro. Pero olvidan que si hubiera que guardar un minuto de silencio por cada “suicidado” a consecuencia de los desahucios tendríamos por delante muchos días de silencio ¿Y por las victimas del franquismo que aún duermen el sueño eterno en las cunetas? ¿Cuántos meses de silencio tenemos por delante? Pero nadie se sonroja. Ningún periodista de la prensa "libre" molesta con las preguntas que muchos españoles nos hacemos, como tampoco ninguno con escrúpulos se atrevió a preguntar a Rajoy qué a qué se refería cuando escribió “hacemos lo que podemos”.

Estamos mirando a los ojos a la auténtica “Marca España” y no nos damos cuenta. Y es que el PP es tan competitivo a la hora de generar corrupción, que la poca de información que llega a aflorar a los medios “libres” se renueva a tal velocidad que satura a un sector de votantes, que es incapaz de recordarla. Es la desmemoria a modo de ideología.

No sé si e  Infierno de Dante tenía un círculo para los que lavaban dinero, los ateos no nos preocupamos -gracias a Dios- de esas cosas,  porque sabemos que el cielo y el infierno están aquí, aquí en la tierra como en el suelo. Descansa en paz, Rita, pero perdóname si pienso para mis adentros: "una menos".

 

* En La casa de mi tía por gentileza de Álvaro Felipe