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domingo, 28 de abril de 2024 01:53h.

Los Santos Inocentes y el nada inocente Gallardón - por Paco Déniz

“De derechas dice usted que soy yo, ustedes no conocen a mi hijo”.  Con esa frase se refería el padre de Ruiz Gallardón a su hijo, el hoy ministro de justicia. Y miren que el padre era facha. Cómo será la cosa que la propia Cifuentes delegada del gobierno de Madrid, conocida por sus posiciones cercanas a la extrema derecha, le ha pasado por la izquierda al bueno de Gallardón, porque el hombre es bueno, incluso hubo quien lo llegó a tildar de izquierdas, lo que pasa es que nadie lo entiende. 

Los Santos Inocentes y el nada inocente Gallardón - por Paco Déniz

El almendrero de Nicolás

                                              

                                               Inocentes

 

“De derechas dicen que soy yo, ustedes no conocen a mi hijo”.  Con esa frase se refería el padre de Ruiz Gallardón a su hijo, el hoy ministro de justicia. Y miren que el padre era facha. Cómo será la cosa que la propia Cifuentes delegada del gobierno de Madrid, conocida por sus posiciones cercanas a la extrema derecha, le ha pasado por la izquierda al bueno de Gallardón, porque el hombre es bueno, incluso hubo quien lo llegó a tildar de izquierdas, lo que pasa es que nadie lo entiende. En el fondo él desea la paz y la armonía entre todos los ciudadanos, un mundo de valores, como en La casa de la pradera. Un mundo de familias honradas, buenas y traslucidas que van a misa frecuentemente, un mundo de sacrificios, de perdón, austeridad y mesura. Pero como la sociedad española no está por la labor de volver a convivir como en Crónicas de un pueblo, pues hay que modificar las leyes a ver si enderezamos al personal.

En el fondo es un nostálgico, y en su intento de Regreso al pasado ha considerado importante recuperar a todas las figuras de su particular portal, donde no podía faltar la marea lila, una marea muy importante de la transición que ahora debe Volver a empezar a luchar por obviedades, una marea que logró tranquilizar la vida de más de la mitad de la población y que ahora ven peligrar su estabilidad porque la derecha extrema necesita un millo que llevarse a la boca. Pero la derecha extrema está exigiendo mucho millo, ya tienen su ley de seguridad ciudadana, una sociedad divididísima en clases, a los catalanes en el punto de mira, los curas engordando, a la monarquía en el retrete, y ahora, a las mujeres amarradas a la pata de la cama. En fin, que a falta de algunos personajes que irán apareciendo, Gallardón y sus secuaces bases electorales van completando el escenario ideal para el rodaje de Los santos inocentes. Incluido el grito del niñito enfermo que gritaba de dolor y te desgarraba el alma a kilómetros de distancia, incluida la impotencia y la sed de venganza.