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viernes, 26 de abril de 2024 10:00h.

Santos Padres “Canarios” - por El Padre Báez

el padre báezSantos Padres “Canarios”, o el cristianismo en el norte de áfrica, o lo que es lo mismo entre los cannariis. La cristiandad en África, y por tanto en los canarios, que de allí procedemos a través de los que posteriormente se les dio por llamar guanches, desde el siglo XIV, pierde sus raíces en los mismísimos tiempos de los Apóstoles.

 

Santos Padres “Canarios” - por El Padre Báez, licenciado en la Historia de la Iglesia por la Universidad de Comillas (Madrid). *

 

Santos Padres “Canarios”, o el cristianismo en el norte de áfrica, o lo que es lo mismo entre los cannariis. La cristiandad en África, y por tanto en los canarios, que de allí procedemos a través de los que posteriormente se les dio por llamar guanches, desde el siglo XIV, pierde sus raíces en los mismísimos tiempos de los Apóstoles. La tradición, una de las mejores fuentes de la Historia, cuenta que el mismísimo san Marcos evangelista, llegó predicando la fe en Jesús hasta la mismísima Alejandría, y eso ocurría en torno al año 60, bien al comienzo de esta década. De sobra es conocido -y ya lo iremos viendo poco a poco- toda la zona norte de África, justo donde se sitúa la franja de los cannarii, desde los primerísimos instantes, esa fue la zona donde surgieron muchísimos santos, y entre ellos, los mejores teólogos -como ya veremos- que además de escribir, derramaron martirialmente sus sangres, las que lógicamente salpicaron a aquellos que en la misma época y después, zarparon y arribaron a nuestras islas. Bastaría ver un mapa de aquellos tiempos para ver cuál era el territorio del cual hablamos de cristianización. Es decir, el centro y sur de África, será evangelizada o cristianizada siglos posteriores, pero en esta primera etapa o expansión, sucede en toda la franja norte, justo por donde nuestros antepasados. No obstante, para ser serios y respetuosos con la Historia, digamos que la Iglesia africana comienza a derramar sangre de mártires antes del 180, con lo que el periodo que le antecede es muy por delante de esa fecha, ya que el martirio es la consecuencia de un proceso o expansión que tiene lugar con antelación a la fecha del martirio que les sucede. Bastaría leer a Tertuliano -que a tal fin nos dejó muy buenos escritos, nos descubre con qué prontitud se expandió el cristianismo en África, donde se desarrolló fabulosamente, y ello sobrepasando o yendo mucho más adentro de las fronteras romanas, y se adentró -alcanzando de lleno a los bereberes o cannariis- hasta lugares muy al sur y sobre todo al sureste del continente en cuestión. No se había llegado al año 200, y piénsese que antes y después de esta fecha es cuando históricamente está demostrado la llegada de los cannariis a las islas que posteriormente tomarían su nombre de ellos, y que al venir o llegar, traen esa confesión o religión, la mismas que al seguir o quedar en África sufre bien temprano la persecución, tan violenta y tanto, que llevan al martirios a cientos y miles de santos con nombres y apellidos conocidos, y ello en distintas oleadas, y como fuente de consulta entre otras, indico se pueden consultar las Actas del martirio de santa Perpetua, así como sobre todo los Tratados de Tertuliano. Cartago fue el centro principal de lo que antecede. Pero, ni mucho menos esto frenó la extensión o crecimiento del cristianismo, que avanza en el tiempo y en el territorio de forma y manera imparable. No se olvide con este relato, de los que serían llamados guanches, que son parte del protagonismo de cuanto venimos contando, y pruebas hay miles y pongamos un par de ejemplo: en Aumale (227) y en Tipasa (238), se pueden leer epitafios cristianos. Al margen de lo dicho, como introducción muy resumida, digamos que las Actas de los Mártires Escilitanos en África son el documento más antiguo, cuyo valor histórico lo es doblemente por serlo en lengua latina. Por su parte las también Actas proconsulares de san Cipriano, obispo que fuera de Cartago, y que fue martirizado en el 258 nos relatan y dan fe de lo sucedido. La Pasión de Perpetua y Felicidad nos cuenta el martirio de tres jóvenes que se preparaban para el bautismo (Sáturo, Saturnino y Evocato), y también el de dos muchachas (Vibia Perpetua y Felicidad), y esto sucedía en Cartago en el año 202 [les ahorro la narración de los martirios). Y así, algunos de los nombres de los mártires vecinos de los cannariis y de ellos mismos, son (en adelanto unos pocos): san Cipriano de Cartago, los mártires de Massa Cándida, de Teógenes de Hipona (de donde san Agustín más tarde), Agapito y Secúndulo de Cirta, de Santiago, Marciano y muchos otros (como acabamos de decir, solo unos pocos ahora), sin olvidar y por tanto recordar a Luciano, Montano y a sus compañeros. Pero, más allá del martirio, contemplemos a los escritores, entre los que sobresalen: Clemente de Alejandría, Orígenes, Tertuliano y el mayor de todos: san Agustín...

* En La casa de mi tía por gentileza de El Padre Báez