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sábado, 27 de abril de 2024 14:05h.

Señora consejera, el proyecto alternativo sin gas natural ya existe. Dicen que el mejor ciego es el que no quiere ver - por Antonio Cabrera

Ante las declaraciones de la Consejera de Industria del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, en el Diario de Avisos el lunes 22 de diciembre, es necesario puntualizar lo siguiente:

Señora consejera, el proyecto alternativo sin gas natural ya existe. Dicen que el mejor ciego es el que no quiere ver - por Antonio Cabrera, co-portavoz de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético para Canarias (grupo Tenerife) *

Ante las declaraciones de la Consejera de Industria del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, en el Diario de Avisos el lunes 22 de diciembre, es necesario puntualizar lo siguiente:

Señora consejera, no tenga miedo al nuevo modelo energético sin el gas natural y con renovables, pues técnicamente es posible: se resuelve de verdad el problema de la dependencia, cumplimos de sobra el protocolo de Kioto (y no a medias como ocurriría con el gas), diversificamos el mix con recursos propios, reducimos sustancialmente el extracoste de los sistemas eléctricos insulares y, sobre todo -usted que también es consejera de empleo- con la generación distribuida se creará empleo y riqueza local. Ahora solo se lo lleva fuera una multinacional italiana.

Señora consejera, dice que no ha escuchado todavía la propuesta alternativa viable que no necesita del gas natural. No se si es que no la ha escuchado o que no la ha querido escuchar, puesto que en la Plataforma nos consta que el doctor Roque Calero, por encomienda de su Consejería, ha realizado el estudio para el sistema eléctrico de Gran Canaria. Y aunque ha intentado reunirse con usted, no ha podido recibirle para poner en su conocimiento los datos que demuestran la viabilidad técnica y económica de la propuesta.

Las cuentas salen cuando comparamos el gas natural con las renovables y no solo con el petróleo como hacen Endesa, REE, Enagas y Gascan. Estos monopolios nos dicen: ahorraríamos cerca de 240 millones al año; mientras que en si se hubiera cumplido el objetivo del 30% en 2015 reflejado en el difunto Pecan, el ahorro superaría los 300 millones solo en petróleo. Lo que ocurre es que la inercia del monopolio eléctrico es muy fuerte y ha marcado siempre la pauta a seguir en los sistemas eléctricos insulares y las diferentes consejerías de industria no han tenido la valentía de salirse del guión establecido por ellos. Pero, ahora, hay una diferencia sustancial que a usted le debería dar seguridad para cambiar de rumbo: las tecnologías renovables son competitivas, mucho más en Canarias, con los combustibles fósiles que, además, cada vez serán más caros y escasos, mientras las renovables se abaratan y aumentan su eficiencia.

El grupo de Tenerife apuesta por un cambio de modelo energético basado en el ahorro y la eficiencia energética, así como en las renovables de generación distribuida, mediante un proceso de transición del sistema convencional de combustibles fósiles, dependientes, caros y contaminantes a unos sistemas eléctricos insulares 100% renovables. Ahora bien, para tranquilidad de los negacionistas, cuando hablamos de cambio de modelo no estamos diciendo que mañana sustituimos las tecnologías fósiles por la renovables, no. Para pasar al nuevo modelo energético es imprescindible elaborar proyectos insulares de transición donde necesitaremos el apoyo de grupos diesel, tal como contempla la alternativa más eficiente de entre las 14 estudiadas por Roque Calero para Gran Canaria. Y de ahí alcanzar progresivamente mayores cotas de soberanía energética, donde la geotermia de alta temperatura adquiere en el mix eléctrico de algunas islas un papel destacado como tecnología estable y gestionable.

En ese escenario de transición, la introducción del gas natural no solo no resuelve los problemas de dependencia, sobrecostes y contaminación sino que obstaculiza el desarrollo de las renovables puesto que su sistema de despacho, para que sea económicamente viable, requiere tener un protagonismo absoluto en el mix eléctrico. De ahí que en las Directrices de Ordenación Sectorial de Energía (DOSE) se le reserva a esta tecnología una cuota mínima del 37%, además de la necesidad de que los ciclos combinados de gas funcionen al menos 5.000 horas al año. Por si esto fuera poco, se ha allanado el camino a la viabilidad del gas con una modificación de la normativa, eliminando el derecho preferente de las renovables a entrar en la red por delante del resto de tecnologías.

Todos estos “esfuerzos” de la administración autonómica y estatal ponen de relieve cómo desde las instituciones democráticas se maniobra para poner alfombra roja al gas natural y crear para los intereses del monopolio energético unas condiciones ideales y ventajosas que además implican comprometer dinero público para reducir los costes de empresas privadas que año tras año aumentan sus beneficios. Empresas que no saben lo que significa la palabra crisis.

Por tanto, la introducción del gas en Canarias significa la continuidad del sistema convencional y sobre todo del negocio del monopolio energético, mientras Canarias se encuentra en situación de pobreza energética y estamos a la cola en el aprovechamiento de las renovables. La geotermia ni siquiera figura en la planificación energética de Canarias…

Así que, señora consejera, tire para adelante, no tenga miedo, tiene una oportunidad de demostrar cómo un gobierno autónomo desde una lectura inteligente del panorama energético global y local opta por un cambio en el modelo energético en defensa de los intereses generales de los ciudadanos, de la naturaleza y por la creación de empleo y riqueza locales.

* Publicado con autorización del autor