Me sique doliendo el PSOE - por Pilar Rodríguez Díaz *

Hace 5 años que me dí de baja del PSOE, no procede en este momento explicar el porqué, quizás más adelante.

Los últimos bochornosos acontecimientos protagonizados por "barones", "baronesa", militantes, simpatizantes, infiltrados, oportunistas y demás familiares, me han dejado profundamente consternada.

Soy socialista, socialdemócrata desde que tuve conciencia de lo importante que es la defensa de los derechos y la libertad, y por eso me afiliė al PSOE, el partido en el que me sentía cómoda, respondía a la perfección con mi ideario personal. Ocupe varios puestos orgánicos e institucionales e intenté responder a ellos de la mejor forma posible, puse todo mi interés y toda mi pasión.

¿Me equivoqué?

Seguro, sólo se equivoca el que actúa.

Pero me fui, me di de baja, no lo aguante más, les confieso que llegué a sentir un poco de fobia por la política, me fui a mi casa, con mi familia. Aquello no era ya en lo que yo creía, ni lo que yo pensaba, aquello era una batalla campal por ocupar puestos.

¿Y la política? ¿Y el debate? ¿Y el programa? ¿Y LA VOCACIÓN?...

En fin, después de años, descubro que me sigue doliendo el PSOE, de que me alegro de que por fin haya habido luz y taquigrafos en las luchas internas que se llevan produciendo hace décadas, para que de una vez por todas se ponga un punto y final en las luchas de poder, a la mediocridad.

A l@s socialistas que militan en el partido les recomiendo la lectura de un libro " El maquiavelo de León", de José García Abad. Puede que con su lectura entiendan el principio de su debacle.

Sigo conservando a much@s compañer@s y amig@s que con coraje y una fortaleza envidiable militan hoy por hoy en el PSOE, algun@s en el gobierno y otr@s en la oposición y quiero, como ciudadana, hacerles un ruego: no traicionen nunca los principios ideológicos, porque de ellos emanaron los avances sociales, económicos, políticos y culturales de este país.

Tienen un reto difícil, pero dentro de lo malo hay que tener la capacidad para elegir lo "menos malo".

La política es vocación NUNCA profesión.

* Del muro en FACEBOOK de Pilar Rodríguez Díaz

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