También Cardona desprecia y le falta el respeto a sus votantes - por Antonio Aguado Suárez, coherente veterano militante socialista

Al no poder configurar el gobierno municipal el PP en Las Palmas de Gran Canaria, después de las elecciones de mayo de 2015, Cardona ha tenido que ejercer como portavoz del principal partido de la oposición al tripartito que gobierna configurado por el PSOE, Podemos y Nueva Canarias.

Ahora, y faltando un año para que concluya la legislatura, Cardona ha sido designado para ocupar el cargo de presidente de la Autoridad Portuaria y él, faltándole el respeto y la consideración a sus votantes, ha aceptado y pasará próximamente a ocupar ese puesto.

Debería haber una ley obligando a los políticos a cumplir con el mandato libremente manifestado en las urnas por los ciudadanos y que no puedan salvo dimisión, cese o fuerza mayor, abandonar en toda la legislatura el cargo para el que se le ha dado la confianza, bien sea para formar parte del gobierno o de la oposición, pero nunca y bajo ningún concepto se le permita dejar un cargo político institucional para presentarse o ir a otro.

Aunque el caso de Cardona es grave, los hay peores, como el protagonizado por Chano Franquis, que habiéndose presentado a las elecciones municipales de mayo de 2011 y como el PSOE tuvo que dejar el gobierno y pasar a la oposición, aprovechando su cargo orgánico como secretario general de la Agrupación Local de Las Palmas de Gran Canaria, se las arregló y presentándose como candidato  salió  elegido diputado en las elecciones generales de noviembre del mismo año 2011, con mejor sueldo, dietas, viajes, boato, etc…

Con arreglo a mis principios y convicciones no le voté y (tampoco a ningún otro partido, lo hice en blanco) y es que pensaba y sigo pensando que aparte de su mediocridad, fue una indecencia lo que hizo abandonando en contra del criterio de nuestro electorado el puesto de concejal para el que fue elegido.

A medida que los partidos políticos han ido acumulando poder, se han venido cada vez más configurando los políticos profesionales a perpetuidad que lo condicionan todo, para mi la peor de las lacras, ya que con las estructuras jerarquizadas que han impuesto en sus respectivas organizaciones políticas que han secuestrado, en muchas ocasiones degradan o pervierten la normal convivencia y el sistema democrático que les permite por encima de todo defender sus intereses personales, incluso como se ha venido demostrando estando éstos reñidos con los de la Sociedad a  la que hipócritamente dicen representar y servir.

Deberíamos tomar conciencia de todo esto y obrar en consecuencia, no apoyando a éste tipo de personajes que degradan y deterioran la esencia misma de la democracia y la política en general, que en esencia tendría que caracterizarse por sus valores de nobleza y servicio a la Sociedad, fundamentalmente a las personas más vulnerables, humildes y desfavorecidas.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Aguado Suárez