La triste charlotada de moción de censura que retrata a Vox y al “comunista” Ramón Tamames - por Erasmo Quintana *

Ramón Tamames ha sido economista del Estado, catedrático de Estructura Económica en la Universidad de Málaga y en la Autonómica de Madrid, pero cuando más se le conoce es en el comienzo de este sistema que llaman democrático acompañando a Santiago Carrillo, que pudo venir del exilio donde se encontraba y escondido tras un peluquín, por su histórica filiación comunista, convertido ya en Eurocomunista, deriva que también Tamames abrazó, convirtiéndose con éste, diputado a Cortes en la misma plancha que iban Dolores Ibárruri, La Pasionaria y el gran poeta del mar, Rafael Alberti. No cabe duda que aquellos eran tiempos para soñar.

Tamames había ingresado en el Partido Comunista de España en plena dictadura franquista (1956), convirtiéndose en uno de los miembros del Comité Ejecutivo desde 1976. Resultó elegido diputado por Madrid, como decimos, en las primeras elecciones generales democráticas de 1977, así como concejal y primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Madrid durante la alcaldía de Enrique Tierno Galván (1979-1981). Salió del PCE (Eurocomunismo) en 1981 y creó en diciembre de 1984 la Confederación Progresista en la Fundación de Izquierda Unida (1986), siendo elegido diputado a Cortes nuevamente con esta formación. En 1987, la FP abandonó IU (1989) y en este año, siendo todavía diputado, abandonó la dirección de ese partido para ingresar en el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez, abandonando finalmente la política poco después, para dedicarse en exclusiva a sus negocios particulares. 

La prueba de que Tamames, ese león estepario del comunismo está senil, es lo urgente que le parece descabalgar a este Gobierno de coalición progresista lo antes posible, y no esperar a fin de año, adelantando las elecciones generales al próximo 28 de mayo. Según su “razón de Estado”, la “irresponsable” política de este Gobierno, dirigida a las clases más menesterosas, pone en peligro el bienestar de todo el sistema. Estos cambios de chaqueta demuestran a las claras la escasa rotundidad y firmeza de su ideología política, cosa que extraña sobremanera con su acendrada preparación intelectual y tantos años de militancia comunista. En una de sus frecuentes caídas del caballo ha dicho: “De lo que más orgulloso me siento es de haber firmado la Constitución y de haber participado en su elaboración”. Por esto y tantas ocurrencias, Ramón Tamames es un personaje muy singular, el cual ha llevado con mucho celo su vida privada, pues aparte de su vertiente profesional y política, de sus aficiones deportivas, su compromiso ecologista -es miembro de GREENPEACE, pero ahora tendrá que revisar sus posiciones, que contradicen las de VOX- pocos detalles se saben de su matrimonio y sus tres hijos y cinco nietos. Pero de lo que no nos cabe ninguna duda es de que al fin y a la postre es un ser vulnerable, con los pros y contras que nos son propios a todos sin distinción, aquello inherente a la condición humana. 

A las alturas de su ya más que longeva vida, es que no se contiene y dice lo primero que le viene a la cabeza. Esta incontinencia verbal trae a los de VOX preocupadísimos, pues entre tantas lindezas, ha afirmado que el presidente Pedro Sánchez “le cae bien”, pues le regaló uno de sus últimos libros sobre la economía española, el cual se lo agradeció de puño y letra. Esto llevó al longevo Tamames a invitarlo a una comida, cosa que el presidente rechazó cortésmente, objetando que había que “mantener las formas” por la próxima Moción de censura, que le hará precisamente a él.

El candidato a la presidencia del Gobierno, y posible presidente, de prosperar la Moción, claro, está tan mayor que le filtran su discurso, en el que sostiene que “España es una autocracia absorbente”, es decir, con Gobierno despótico ejercido por una sola persona, o persona que gobierna con su sola autoridad y voluntad: déspota. Absorber es de más fácil comprensión: acaparar, monopolizar. Yo no sé, amigos míos, si es Pedro Sánchez como lo dibuja tan al pie de la letra el candidato de la Moción de censura, el experimentado veterano Ramón Tamames porque, a veces, se le parece, pero en lo que tiene que ver con su propio partido nada más, al cual es cierto que tiene “secuestrado”. Nunca como ahora ha estado tan relegada la voluntad de la militancia que con Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Esa militancia de los afiliados la han convertido en una falacia, en auténticos “convidados de piedra”, a los que no se les consulta las grandes decisiones que toman las ejecutivas de las Agrupaciones Locales apoyando incondicionalmente a los compañeros que gobiernan las Instituciones públicas.

A nivel personal, recuerdo cuando pertenecíamos a la Agrupación Socialista de la calle Pi y Margall como miembro de la Ejecutiva, la conexión y entendimiento que había de nosotros y los cargos públicos en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Nos hacían partícipes de los importantes temas que incidían en los ciudadanos, al tiempo que nos escuchaban, tomando en consideración nuestras opiniones, si procedía. Incluso la configuración de las listas a las instituciones, venía el entonces alcalde, el malogrado Juan Rodríguez Doreste, a sentarse con la Ejecutiva Local, para elegir a los compañeros idóneos y el lugar en las listas. Todo de lo más democrático, como debe ser. Hoy, las cosas han cambiado tanto, que ya no hay militancia, y por lo que se ve, ni falta que hace. Los que han maniatado al partido y lo han secuestrado, se bastan de sobra.

* Gracias a Erasmo Quintana