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sábado, 20 de abril de 2024 09:50h.

Utopías políticas y paraísos terrenales - por Nicolás Guerra Aguiar

Aunque el señor Pérez García, don José Miguel, ha declarado varias veces que no quiere “vivir de la política”, va a continuar. Y para eso prepara con exquisita legitimidad la estructura que se impondrá en el PSOE canario: será el segundo en la lista al Parlamento regional y, desde allí, conseguirá que lo catapulten al Senado, para lo cual cuenta con la señora Darias, doña Carolina, número uno de la candidatura.

Utopías políticas y paraísos terrenales - por Nicolás Guerra Aguiar *

   Aunque el señor Pérez García, don José Miguel, ha declarado varias veces que no quiere “vivir de la política”, va a continuar. Y para eso prepara con exquisita legitimidad la estructura que se impondrá en el PSOE canario: será el segundo en la lista al Parlamento regional y, desde allí, conseguirá que lo catapulten al Senado, para lo cual cuenta con la señora Darias, doña Carolina, número uno de la candidatura.

   Pero es que, además, CoATIción Canaria le debe también un favor: que el atístico señor Zerolo, exalcalde de Santa Cruz y exparlamentario regional en esta legislatura, disfrutara del apoyo psocialista para su ascensión al Senado cual surtidor de sombra y sueño, que llamó Gerardo Diego al ciprés de Silos. Y ya se sabe lo que sabe el Diccionario de refranes: “No hay mejor espejo que el amigo viejo”.

  Y aunque aparente contradicción o perpleje, lo cierto es que el señor Zerolo siga como padre de la Patria aunque fue condenado por el Tribunal Supremo a ocho años de inhabilitación. Sin embargo puede -¡país!- mantener el escaño según dictamina la Mesa de la Cámara.  (Permanencia en el Senado, por cierto, que fue denunciada en primera instancia por Izquierda Unida y no por los psocialistas a pesar de su purificada cruzada de regeneración y de que ellos votaron a favor de tal individuo. Sin embargo, le bloquearán al señor Curbelo la reencarnación en la presidencia del Cabildo gomero, don Casimiro actuante en una chabacana y prepotente disputa e imputado en diligencia penal).

   Así pues, el señor Pérez García aspira a la designación del Parlamento canario, no a una elección ciudadana. No sé si es que teme encabezar la lista al Senado, si el puesto ya tiene nombre y apellidos o, al contrario, no ansía protagonismos personales. No obstante, lo cierto es que en su proyecto aparece como algo inamovible un sillón senatorial. Y tal como escribió en “La Oficina” el poeta que versaba en tabernarias paredes (lo que importa de los versos es escribirlos, dijo, “en la misma arena acaso / aunque la mar se los lleve”), lo que importa ahora es la condición de senator.

   Pero como su futura señoría no quiere vivir de la política, sospecho que renunciará a la nada despreciable nominilla en cuanto que a la par estará cerca de Ferraz, símbolo físico del máximo poder psocialista. Porque este señor que quiere ser senador  es el secretario de Educación de la nueva Ejecutiva Federal del PSOE, con sede en Madrid. Y en Madrid, qué coincidencias, está el Senado. Y como allí no hay mucho quehacer dispondrá de tiempo, espacio y alguna nominilla para compatibilizar su secretaría, antesala al ministerio de Educación ante el probable pacto PP / PSOE (ninguno con mayoría absoluta) frente a las hordas marxistas y por razones de Estado.

   De todas formas, nada se sale de la legalidad establecida (otra cosa es querer establecer nuevas formas más rigurosas y más éticas). Por tanto, el señor Pérez García será senador sin que se haya producido la elección directa en las urnas (tampoco doña PPepa en esta legislatura, pero contó con el voto de coÁTIcos y psocialistas canarios). Sin embargo, algo me llama la atención en la muy inteligente estrategia empleada por el futuro senador designado: está convencido y da por seguro que no tendrá problema alguno en tal salto del Parlamento canario al Senado aunque, a pesar de todo, deben cumplirse ciertas condiciones. Una de ellas es que cuente con los votos necesarios. Y esos votos, obviamente, nacerán no por su corte de pelo, sino de favores debidos y pactos como hace tres años: PP, CC y PSOE se ponen de acuerdo para repartirse los tres senatoriales sillones digitales que le corresponden a Canarias. Y cada uno de los grupos consigue el suyo en sana, serena y armoniosa armonía, algo así como en la antigua Grecia de hace tres mil años mientras se celebraban las competiciones deportivas en Olympia: quedaban prohibidas las acciones de guerra, y una paz especial garantizaba la seguridad. Después, a la destrucción del enemigo.

   Y como el señor Pérez García es un hombre inteligente, rigurosamente analítico en cuanto que investigador, sabe que será senador. Además, alea iacta est, ‘la suerte está echada’ en Canarias: si tan bien les fue en el pacto con CoATIción, ¿para qué cambiar? Por tanto, volverá a producirse la alianza CC-PSOE y el gobierno de Canarias será reproducción del actual aunque cambien sus cabezas de lista. Y esto será así salvo que se produzca una volcánica convulsión en nuestra gente y Podemos gane las elecciones autonómicas por mayoría absoluta por más que nadie, absolutamente nadie, lo ha logrado debido a las antidemocráticas leyes que rigen el reparto de escaños. Y como no hay dos sin tres, y a los tres nos ha perjudicado Podemos, volverá a repetirse el tripartito en la senatorización de tres parlamentarios canarios entre PP (¿repetiría doña PPepa?), PSOE y CoATIción.

   La cosa está clara. Además, el señor Sánchez, secretario general del PSOE, ha sido muy crítico con Podemos. Apasionadamente crítico. Irracionalmente crítico. Y el señor Pérez García define como “paraísos inexistentes” los que oferta Podemos ( sus hipotéticos votantes lo reconocen). Es, me parece, una visión muy limitada –inexplicable en un hombre inteligente y riguroso- la que el señor senadorable expuso en público y de la que, dada su alta cualidad intelectual, se habrá arrepentido.

   Además, dudo mucho –los pensadores de Podemos no son ángeles puros que viven en el cielo- de que los señores Iglesias, Monedero, Echenique… lleguen como “salvadores de la patria”, tal insinúa el señor Pérez García. Aunque, de todas maneras, parece que un alto porcentaje de la población confiará en ellos para girar la realidad de este marchito país que lleva 32 años repartido entre el PSOE y el PP. Y, tal parece, la gente está, más que harta, emputada. Son los inconvenientes de los pparaípsoes terrenales.

* Publicado con autorización del autor