“…Y Pedro volvió a negar mintiendo”`- por  Gustavo Martín Cerpa, presidente de Nueva Canarias en Arucas

“A lo largo de la historia son numerosos los acontecimientos sucedidos que han tenido como punto de partida una mentira. Entre ellos, aquellas tres negaciones del discípulo de Jesús que precedieron a la traición”.

En las últimas semanas, el incumplimiento de acuerdos plenarios, la mentira y el uso de la falacia, por parte de algunos concejales de gobierno, como herramienta justificativa de alguna situación se ha convertido en el pan nuestro de cada día en el municipio de Arucas.

Sin ningún género de dudas, este tipo de actuaciones no ayuda a que la política y los políticos sean creíbles por la ciudadanía en unos tiempos nada buenos  para las personas que formamos parte de organizaciones políticas y/o ocupamos cargos de responsabilidad pública, bien desempeñando funciones en un gobierno bien trabajando desde la oposición. El hastío y hartazgo que tiene la gente de la política y de los políticos tienen gran parte de su explicación en la falta de honradez, de transparencia y de autocrítica.

Pero, el descrédito es aún mayor cuando se intenta tratar a la gente como borregos, se les engaña de forma intencionada y para ocultar la pésima gestión de un asunto se acude a la estrategia utilizada por Joseph Goebbles, ministro de propaganda de la Alemania nazi de Hitler, que se basa en que si una mentira se repite suficientemente, acaba convirtiéndose en verdad. 

Recientemente, el concejal de playas del ayuntamiento de Arucas, con la aquiescencia del Alcalde y el resto de concejales de gobierno, ha vuelto a sacar un comunicado afirmando que la empresa que realizó servicios de salvamento y socorrismo el pasado verano en las playas del municipio cumplió con sus obligaciones en las playas de San Andrés y Quintanilla, y que las peticiones realizadas para que no se les abonara la totalidad de la factura por incumplimiento contractual son “temerarias e irresponsables”.

Por tercera vez, como hiciera Pedro, el concejal de playas y presidente de Coalición Canaria en Arucas, Gustavo Viera, no sólo vuelve a mentir con descaro sino que ningunea a las personas que disfrutaron de sus vacaciones en estas playas y traiciona a cada uno de los vecinos de este municipio,  porque lo primero que se le debe presuponer a un cargo público es que no falte a la verdad y reconozca sus errores cuando los comete.

Ya decía el poeta inglés, Alexander Pope que El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.

Su denodado interés personal, junto a la complicidad del alcalde y del resto de concejales del grupo de gobierno, por esconder la realidad de los hechos denunciados y desacreditar lo que desde Nueva Canarias se plantea con el único fin de contribuir a mejorar el municipio aruquense, pone de manifiesto que en Arucas, en el grupo de gobierno municipal, no ha existido en este asunto ni la más mínima ética política y ya dudo hasta de la personal de algunos de sus miembros, quienes han preferido defender los intereses de una empresa privada que ha cobrado la totalidad del contrato aunque no haya hecho algunos de los servicio que tenía que prestar.

Como dice el refranero Más rápido se coge al mentiroso que al cojo. Y digo esto porque quienes mejor saben que no hubo servicios de vigilancia y salvamento el pasado verano en las playas de San Andrés, Quintanilla y Las Salinas son sus usuarios y los vecinos que residen en dichos lugares. 

No todo vale. Estoy convencido de que existe otra forma de hacer las cosas. Me niego a creer que gobernar desde la mentira es la única manera de hacer política y sigo creyendo que todo es posible, si somos autocríticos, reconocemos nuestros errores, caminamos de la mano de la ciudadanía y no de espaldas a la misma, vivimos la realidad social actual y no la imaginaria que algunos nos quieren hacer creer.

No tengo ninguna duda de que el gran problema de algunos políticos es que utilizan la mentira cuando perciben la verdad como un peligro. Así, quienes compartimos dedicación a la política municipal, eso sí desde la oposición, sentimos cada día vergüenza ajena de aquellos que conducen el gobierno y los designios del municipio de Arucas desde el engaño y la mentira.