Buscar
lunes, 29 de abril de 2024 17:15h.

La caída de Mónica Oltra o cuando la derecha, la extrema derecha y el lobby sanitario hacen piña - por Sara Plaza Casares

FR S P C
Federico Aguilera Klink dice, con mucha razón: "Esto suena cerca nuestro, de Canarias", a cuento de este lucido reportaje de Plaza Casares sobre la canallada que le hicieron a Mónica Oltra para sacarla del gobierno y de la escena política de Valencia. Y yo, Chema Tante, digo que es verdad. Lo que nos relatan es muy parecido a lo que ocurre en Canarias, en relación con las fechorías que se hacen para mantener la gigantesca estafa de la sanidad, con la connivencia entre gobiernos y empresas privadas. Sin embargo, hay una diferencia. En Canarias, hasta ahora, ninguna persona en el gobierno debe temer ser víctima de una ruindad semejante. Aquí, sea el partido que sea, nadie en el gobierno deja de servir a los intereses privados. Y, por cierto, algo parecido ocurre en el gobierno del estado español, donde asistimos al espectáculo repugnante de ver a una persona que se dice de izquierdas en el Ministerio de Sanidad, Mónica García, que muestra una babosa complacencia con la Sanidad Privada
Mónica Oltra muestra en una sesión de control al Govern la foto en la que aparecen Seguí, Camps y de Rosa juntos.
Mónica Oltra muestra en una sesión de control al Govern la foto en la que aparecen Seguí, Camps y de Rosa juntos.

La caída de Mónica Oltra o cuando la derecha, la extrema derecha y el lobby sanitario hacen piña

Sara Plaza Casares

EL SALTO

“Unan los puntos”. Era siete de abril de 2022, hace exactamente dos años, cuando la por aquel entonces vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, enseñaba una foto en una sesión de control al gobierno. En la imagen, la estación del AVE de Atocha y tres personas en corrillo: la fundadora de Vox, Cristina Seguí, el expresident Francisco Camps y el presidente de Ribera Salud, Alberto de Rosa, que acababa de perder la gestión de dos hospitales públicos con la desprivatización llevada a cabo por el Govern del Botanic. En aquel entonces llegaba a su fase final la cacería contra Oltra por las acusaciones que pesaban sobre su exmarido, Luis Ramírez Icardi, por abusar sexualmente de una menor tutelada. Para Oltra esta foto simbolizaba los lazos establecidos por la derecha, la extrema derecha y el lobby sanitario para precipitar su caída. “En toda cacería se ha de seguir la pista del dinero”, aseguraba.

Poco después Oltra era imputada en la causa, por una denuncia interpuesta por la asociación Gobierna-te, de Seguí. La vicepresidenta de la Generalitat era también consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas, y le acusaban de haber intentado encubrir los abusos cometidos por su ex en un centro de menores. El pasado 2 de abril el juzgado archivaba la investigación contra Oltra al no apreciar “indicios de la comisión de delito alguno”. 

La joven que denunció los abusos, por los que fue condenado Ramírez Icardi a cinco años de cárcel en marzo de 2021, fue defendida por el abogado José Luis Roberto Navarro, ex líder​ de la formación ultraderechista España 2.000. Además, desde la acusación popular le ofrecieron casa y un puesto de trabajo. De Rosa, quien demandó a Oltra por vincularle en la operación para su caída, reconoció en Noticias 8 Mediterráneo que en “en un acto de justicia social” le dio trabajo a la joven que denunció los abusos y a su novio en uno de sus hospitales. 

Las cinco concesiones sanitarias conocidas como modelo Alzira y concedidas mayoritariamente a Ribera Salud han consumido 7.500 millones de euros de gasto público entre 2003 y 2018

Lo cierto es que el poder del lobby sanitario, encabezado por Ribera Salud, se sustenta en una relación entre empresas y poder que cristaliza en que Alberto de Rosa es hermano de Fernando de Rosa, diputado del PP y ex conseller de Justicia con Francisco Camps. Su otra hermana, Carmen de Rosa es la presidenta del Ateneo Mercantil donde se organizó un acto de Seguí en el que se sostenía la tesis de la implicación de Oltra. Carmen de Rosa ejerce actualmente como directora territorial de Igualdad y Políticas Inclusivas, como cargo de libre designación del gobierno de Carlos Mazón, ostentando las mismas competencias que recaían en la gestión de Oltra.

Con el pacto del Botanic sus privilegios comenzaban a resquebrajarse y había que hacer algo. Mientras perdían concesiones, salía a la luz la acusación contra el ex de Oltra. Los puntos parecen estar unidos y, en este contexto, la teoría de Oltra parece entre “verosimil” y “evidente”, según las fuentes expertas consultadas por El Salto.

La caída de Ribera Salud

Ribera Salud amasaba la gestión de cuatro hospitales de la Generalitat —Alzira, Torrevieja, Denia y Vinalopó— y hoy solo conserva uno, el de Vinalopó. Solo hay un hospital privatizado, el de Manises, cuya concesión recae sobre otra empresa, Sanitas. Según el libro de investigación del periodista Sergi Castillo La batalla per la sanitat valenciana (Institució Alfons el Magnànim, 2019) las cinco concesiones sanitarias conocidas como modelo Alzira y concedidas mayoritariamente a Ribera Salud han consumido 7.500 millones de euros de gasto público entre 2003 y 2018. “A esto hay que sumarle la factura del IVO, que es el Instituto Valenciano de Oncología, de 800 millones de euros, 800 millones más de las resonancias magnéticas, 335 millones de los planes de choque y 200 de transporte sanitario: en total 1.000 millones de euros al año, uno de cada seis euros del presupuesto de la Consejería”, desgrana Castillo, quien explica que el pacto del Botánico, en uno de sus epígrafes, indicaba poner fin a esta situación y apostar por recuperar la gestión pública.

Para Castillo, los lazos entre el lobby sanitario y la caída de Oltra son evidentes. “Los movimientos que han realizado estos lobbys durante todos los años del Botanic han ido encaminados a triturar a los partidos políticos que integraban el gobierno. De ninguna forma iban a renunciar a sus privilegios”, explica. 

En marzo de 2017, el Govern comenzaba la reversión del modelo Alzira, empezando por este centro, el Hospital de la Rivera, que acababa su concesión con Ribera Salud en 2018. En octubre de 2021 se desprivatizaba el Hospital de Torrevieja. En 2022 comenzaba la cacería contra Oltra, una de las firmantes del acuerdo del Botanic. Entre medias, la consejera de Sanidad de la Generalitat, Carmen Montón, también sufrió una campaña en contra, tal y como explica Castillo. 

Este periodista califica la persecución a la que fue sometida Carmen Montón como “brutal”. El periodista describe como la cantidad de publicidad que ponía Ribera Salud en medios de comunicación cristalizaba en campañas contra la reversión del sistema sanitario. Y denuncia una maniobra muy “sutil”: el patrocinio de los Premios Periodísticos Comunidad Valenciana. “Son muy hábiles para manejar a los periodistas y a los medios. Un periodista llegó a escribir un libro contra Carmen Montón, titulado Carmen Montón, sin concesiones”, explica. 

Ribera se revuelve

La batalla mediática también fue librada en los tribunales. Ribera Salud decidió recurrir la reversión del Hospital de La Ribera, recurso cuyo camino zanjó el Supremo en julio de 2021. Misma estrategia siguió con la reversión del Hospital de Torrevieja, de recurso en recurso finalmente inadmitido por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

“Al perder Alzira se vinieron abajo y comenzaron una campaña judicial, poniendo denuncias sin parar para evitar la reversión”, explica el médico Eduardo Zafra, miembro de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública del País Valenciano, ACDESA. “Activaron una batalla mediática, jurídica y propagandística, que al final quedó en nada”, valora Zafra.

Oltra tuvo un papel muy importante en el cambio de gobierno con la denuncia de la corrupción de Camps. Con el tema del marido encontraron el eslabón débil para atacar al conjunto del Govern del Botanic”

Para Zafra, el peso de la reversión la tuvo el conjunto del Govern, en concreto la consejera Carmen Montón. “Pero no hay que olvidar que Mónica Oltra tuvo un papel muy importante en el cambio de gobierno con la denuncia de la corrupción de Camps, una campaña muy bien hecha. Esto es lo que no le perdonaría toda la derecha económica y política. Con el tema del marido encontraron el eslabón débil para atacar al conjunto del Govern del Botanic”, explica.

Con el cambio de gobierno, dos reversiones quedaron en la casilla: la del Hospital de Manisses y la del Hospital de Denia. Sorprendentemente, esta última se ha finalizado en febrero de 2024. El nuevo gobierno del PP con Vox no ha frenado el proceso. “Ellos saben que no es rentable”, explica Zafra.

“Dejar tirada” a la víctima

Y, en medio de esta batalla, una joven, Teresa, que denunció abusos sexuales y que más tarde afirmó en el medio Levante-EMV haberse sentido “utilizada” por el entente que cargo contra Mónica Oltra para luego “dejarla tirada”, sin la casa y el trabajo en Madrid que le habían prometido.

El periodista Tomás Casas curso una denuncia contra Cristina Seguí por usar a menores para perseguir políticamente a Mónica Oltra, que fue admitida a trámite aunque archivada. En septiembre de 2022 el periodista volvió a activar la demanda, esta vez por injurias y calumnias contra Seguí por difamarle. “Tampoco prosperó. Registramos un acto de conciliación pero no dieron con Cristina Seguí y por eso lo archivaron a finales de enero de 2023”, explica. Casas tuvo acceso a unos audios de una prima de Teresa que explica cómo la fundadora de Vox obligaba a esta a aparecer en programas para arremeter contra Oltra a cambio de vivienda y trabajo. 

“Mónica Oltra ha sido víctima de un caso de lawfare por parte de ultras y del PP y Ribera Salud. Había muchos intereses para que cayera de manera injusta”

“Denuncié porque los hechos me parecían muy graves, estaba claro que lo que querían era acabar con la carrera política de Oltra. Mónica Oltra ha sido víctima de un caso de lawfare por parte de ultras, del PP y Ribera Salud. Había muchos intereses para que cayera de manera injusta”, señala Casas.

Hoy la justicia da la razón a Oltra y borra las sospechas sobre su persona. “Son muchas víctimas las que han dejado por el camino, gente superválida que han luchado contra gigantes. Podemos estar orgullosos de ellos por todo lo que han hecho. Ahí está su legado y a los que hemos estado luchando por la gestión pública nos enorgullece. El tiempo les ha dado la razón a ellos”, concluye Sergi Castillo.

 

El corazón, con Palestina. Suscríbete y llévate de regalo una Tote bag con la imagen de la última portada de El Salto. Con cada suscripción, 5€ de donación para la UNRWA.
Más información

* Gracias a Sara Plaza Casares y EL SALTO y a la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://www.elsaltodiario.com/sanidad-publica/caida-monica-oltra-cuando-derecha-extrema-derecha-lobby-sanitario-hacen-pina

SARA PLAZA CASARES
SARA PLAZA CASARES
EL SALTO

 

MANCHETA MARZ 24