Las diferencias culturales importan, pero no deben enfrentar: IU y Podemos - por Chema Tante
Julián Ayala recomienda un esclarecedor artículo de Enrique Viaña "Las diferencias culturales importan: IU y Podemos" que aparece en NUEVA TRIBUNA. Digo que es esclarecedor, aunque ello no significa que coincida yo con las conclusiones a que llega Viaña.
Las diferencias culturales importan, pero no deben enfrentar: IU y Podemos - por Chema Tante
Julián Ayala recomienda este esclarecedor artículo de Enrique Viaña "Las diferencias culturales importan: IU y Podemos" que aparece en NUEVA TRIBUNA. Digo que es esclarecedor, aunque ello no significa que coincida yo con las conclusiones a que llega Viaña.
Yo resumo la cuestión entre PODEMOS e IZQUIERDA UNIDA con la significación de lo necesario y de lo urgente. De la comprensión de que es deseable, a largo plazo y de lo que es posible, en el corto.
IZQUIERDA UNIDA se plantea algo deseable y necesario, la transformación profunda de esta sociedad, con la anulación de unas reglas de juego que favorecen ostensiblemente a la gente poderosa e impiden la justa redistribución de la riqueza. Pero, mientras se consigue ese propósito que no es utópico, pero sí que es complicado, mucha gente está sufriendo las dolorosas consecuencias de la arremetida neoliberal.
Por eso, por la dificultad generada por unas reglas de juego poco democráticas, es preciso buscar fórmulas para sortear las barreras, aprovechando los resquicios que se encuentren. Es preciso concitar la voluntad de mucha gente que todavía está confundida por las manipulaciones informativas que perpetra el poder. Y eso es lo que está intentando PODEMOS. PODEMOS se propone recuperar una serie de derechos laborales y libertades políticas que la agresión neoliberal ha pulverizado. Y la estrategia de PODEMOS debe entenderse en el ámbito de ese concepto de lo urgente y posible en el corto plazo a que me he referido.
Todos los propósitos de transformación de esta sociedad que se planteen de manera pacífica y democrática, deben obviamente atraer la voluntad mayoritaria de la población. Y, por mucho que nos pese, esa voluntad mayoritaria de la población está enredada en conceptos viciados, gracias a ochenta años de manipulación informativa. Primero, cuarenta años de mentiras absolutas, en los tiempos de la dictadura: despues, otros cuarenta años de mentiras subrepticias y medias verdades, en este período de democracia desvirtuada en el que los medios oficiales están dominados por el poder político y los privados, por el poder económico.
De esta manera, las propuestas electorales deben ser pragmáticas, inmediatistas, porque solamente así se podrá obtener el respaldo electoral necesario para llegar al poder. Véase. como un ejemplo que soporta mi tesis, que los partidos hegemonistas y los que les secundan, aterrorizados por su irrupción en el campo político. acusan a PODEMOS precisamente de la radicalidad ideológica que desde muchas áreas de la izquierda se le exige a PODEMOS y se le reprocha que carezca de ella. A mí no me gusta, que quede claro, pero creo que la explicación del ascenso en la declaración de voto de PODEMOS y de la parálisis correlativa de IZQUIERDA UNIDA en el mismo aspecto, debe buscarse en esa tibieza ideológica de una y la visibilidad de radicalización de ls otra. Es lamentable, pero la gente tiene miedo, y con esos bueyes hay que arar.
Después será el momento de abrirles lo ojos y las mentes a tanta gente equivocada y enfrentar el siguiente objetivo, el cambio de las reglas de juego,desde abajo hasta la Cosntitución, para implantar una auténtica democracia en el estado español.
Por eso yo creo que lo positivo en este momento es aceptar que la existencia de proyectos inmediatistas, como el de PODEMOS, es perfectamente compatible con los de otros partidos de izquierda con proyectos de mayor ambición ideológica.
Por mi parte, yo proclamo mi cansancio por las actitudes testimoniales. Creo que la actividad política de las organizaciones tiene que desarollarse en las instituciones, desde el poder, con capacidad ejecutiva de decidir cómo hay que hacer las cosas; y no en las calles o, como mucho, en la oposición, sin más posibilidad que la de gritar cómo deben hacerse las cosas.
La gente desamparada, las personas en la indigencia, las trabajadoras y los trabajadores a quienes se ha despojado de sus derechos, no tienen tiempo para esperar. Por eso creo que la fórmula de PODEMOS, más tibia ideológicamente, si se quiere, es absolutamente lícita y puede coexistir, sin enfrentamientos, con la de IZQUIERDA UNIDA. Ambas buscan los mismos objetivos, no creo que la diferencia cultural pase del diseño estratégico de los caminos que lleven a esos objetivos.