¿Habremos llegado al final de la democracia de diseño?
Sin embargo, la ínfima talla política de quienes manejan los hilos de la política les impide tomar medidas y dan palos de ciego. En especial, quien manda con poder absoluto obtenido con leyes obtusas, el que Alberto Vila califica con fortuna como "El gran procrastinador", se limita a un dejar pasar, a la ingenua espera de que todo se acomode solo.
En su texto, Alberto pasa a las propuestas. Y nos ofrece una seri de metáforas inspiradas por su experiencia en construcción. En esencia, alerta de que la solución vendrá de quienes apliquen un concepto estratégico en sus planteamientos: contemplar el objetivo final, y no enredarse en los pasos tácticos.
No se pierdan este texto, algo largo, pero que merece la pena dedicar unos minutos a su lectura y, algunos más, a la reflexión. A ver si así no caemos en las trampas dialécticas de quienes pretenden encastillarse en una fortaleza que se derrumba.