¿Y el pueblo saharaui?

Rafael Álvarez Gil

TELDE ACTUALIDAD

Hace unos días se celebró una manifestación en la capital del reino para protestar, a cuenta del aniversario, contra el Acuerdo Tripartito de Madrid, firmado el 14 de noviembre de 1975. Esto es, jornadas antes a la muerte del dictador, España, Marruecos y Mauritania acordaron una declaración de principios para abordar el Sáhara Occidental sin la presencia de la potencia colonizadora. Y en vez de llevar a cabo España la descolonización del territorio a son de la legalidad internacional, se dejó tirado al pueblo saharaui que enseguida sería ocupado por Marruecos. El Frente Polisario está desde entonces en guerra con Rabat, y lo estuvo por un tiempo con Mauritania hasta que este país desistió al asumir que no era su conflicto. Para los anales de la Historia queda la enorme irresponsabilidad de España, con el dictador agonizando, y Carlos Arias Navarro de presidente del Gobierno, con respecto al Sáhara Occidental.

La anterior legislatura tuvo como clave el giro de Pedro Sánchez a tenor de la causa saharaui, que La Moncloa entregó a Rabat. El Congreso de los Diputados, por el contrario, dejó patente su negativa al ‘volantazo’ de Sánchez. En la manifestación del pasado 11 de noviembre por las calles de Madrid, la habitual para recordar que el Derecho Internacional debe prevalecer sobre aquel acuerdo de 1975, contó con la presencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz y de la ahora ministra de Sanidad, Mónica García. Un compromiso claro por ambas que tendrá que seguir materializándose en este mandato que se inicia y a pesar de Sánchez.

Las ministras dieron un espaldarazo moral al pueblo saharaui. Aunque la continuidad de José Manuel Albares en la cartera de Exteriores no es una buena noticia para el Frente Polisario. Albares es del agrado de Marruecos. La gallega y la madrileña, por su parte, saben que tendrán el apoyo de los socios parlamentarios del pacto. ERC, EH Bildu, PNV… Todos demandan que se celebre el referéndum de autodeterminación al que tiene derecho el pueblo saharaui en consonancia con la ONU. Y, por tanto, las diferentes siglas tendrán que presionar a Albares desde la Cámara Baja.

No logró Sumar en su acuerdo con el PSOE retratar negro sobre blanco el derecho de autodeterminación en el Sáhara Occidental. Yolanda Díaz tendrá que preservar, para disgusto de Albares, y para ello deberá obtener el auxilio de los socios. Solo así podrá conseguir revertir el posicionamiento de Sánchez con Rabat. No será fácil. Capacidad política hay de sobra en la mayoría parlamentaria que sostiene al Gabinete; por mucho que el jefe del Ejecutivo no quiera. Yolanda Díaz tiene que volcarse.

* Gracias a Rafael Álvarez Gil, a TELDE ACTUALIDAD y a la colaboración de Antonio Aguado

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