Al hilo de la noticia de ese invento de una capa que otroga invisibilidad a quien la lleva, Sonia se pregunta qué capa de la invisibilidad lucen las finanzas episcopales, aunque termina concluyendo que, más que invisbilidad, estamos ante una "diáfana desfachatez".

Y yo me pregunto una vez más qué clase de democracia es esta que permite que una organización privada, que encuadra solamente a una parte de la población en el estado, goce de semejantes prenbendas, sin que la voluntad de la mayoría pueda impedirlo.

http://mundiario.com/blog/2013/06/13/son-invisibles-los-11-000-millones-de-euros-de-la-conferencia-episcopal-espanola/