A propuesta de NC, el Parlamento pide al Rector de la ULL que no expulse a estudiantes de AMEC

A propuesta de Román Rodríguez y con cierta reticencia por parte de alguno de los grupos, al final el Parlamento de Canarias le ha pedido "respetuosamente" al Magnifico Rector de la ULL, Pedro Doménech, que no tire de un reglamento franquista para eliminar a unos estudiantes díscolos de AMEC.
Vean la intervención de Román Rodríguez y el texto de la carta del Parlamento

Chema Tante 28 de marzo de 2012 (07:49 h.)

Este es un asutno de verdad irritante. La sociedad civil ha demiostrado una singular unanimidad en este asunto: No ha quedado nada clara la supuesta "falta de probidad" de unos claustrales de AMEC que no hicieron sino cumplir con su deber de representación estudiantil. Y, en cambio, si que parece que aplicar un reglamento franquista, lleno de intolerancia inquisitorial evidencia, por parte de la autoridad universitaria muy poco sentido de la probidad democrática.

Román Rodríguez, de Nueva Canarias, lo pidió, y el Parlamento se ha dirigido al Rector para pedirle que no cometa tamaña arbitrariedad.

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Intervención de Román Rodríguez

Pregunta dirigida al Consejero de Educación en relación a la expulsión de alumnos de la AMEC

Pleno del Parlamento de Canarias

¿Qué opinión le merece el Expediente Disciplinario incoado por el Servicio de Inspección de la ULL por presunta falta grave, que puede significar la expulsión de los alumnos, contra 23 representantes estudiantiles del grupo claustral Asamblea del Movimiento Estudiantil de Canarias (AMEC) y si piensa adoptar alguna medida al respecto?

Estamos hablando de un expediente disciplinario que se abre por un delito de opinión de un Grupo Claustral que critica "la negligencia cometida por la facultad de Psicologia de la ULL que entregó las solicitudes de becas de más de 300 alumnos fuera de plazo". Debemos recordar que este Grupo Claustral es la organización elegida mayoritariamente como representante de los estudiantes en las dos últimas elecciones al Claustro.

Aplicando un Reglamento de disciplina académica de 1954 (por tanto de la época de Franco) consideran que estas declaraciones son falta GRAVE en función del artículo 5.a.3: "la ofensa grave de palabra u obra, a compañero, funcionario y personal dependiente del Centro" y del artículo 5.a.5: “la falta de probidad y las constitutivas de delito”. Hasta el propio leguaje de este Reglamento suena a rancio.

Las sanciones por estas infracciones, según este preconstitucional Reglamento, pueden ser hasta expulsión temporal o perpetua.

De hecho se ha cerrado el expediente y el Rector ha acordado expulsar a 12 alumnos: a 2 alumnos 15 meses, a 9 alumnos 4 meses y a 1 alumno 3 meses. Con ello los alumnos van a perder al menos este curso académico.

Parece increíble que esto esté pasando en la ULL y además "que no pase nada".

Me parece un atentado a un derecho fundamental que es el derecho a la libertad de opinión y a la libre representación de los estudiantes, porque no debemos olvidar que se trata personas elegidas como representantes de los alumnos en el Claustro de la Universidad.

El argumento de la ULL y de los defensores de la medida es que "no es verdad que se haya entregado fuera de plazo las becas". Suponiendo que fuera cierto cómo se puede aplicar un Reglamento preconstitucional para negar el derecho a opinar e incluso a equivocarse en la opinión manifestada. Lo que faltaba.

Algunos dicen que se está cuestionando la profesionalidad del Personal de Administración que lleva las becas. Qué argumento. Entonces cuando criticamos en este Parlamento la aplicación negligente de la Ley de la Dependencia no es una crítica a la gestión política de la Consejera sino que estamos hablando mal del personal funcionario de la Consejería. Increíble.

La AMEC ha manifestado en un comunicado público: “que en ningún caso la intención de esta organización ha sido criticar el trabajo del PAS destinado en la facultad de Psicología. Más bien al contrario, ya que AMEC no puede sino admirar el esfuerzo diario que realizan a pesar de los escasos medios de los que les dota la propia facultad”.

Pero finalizan este comunicado con claridad: “no obstante, AMEC piensa seguir realizando las denuncias públicas que demande la defensa de los intereses del alumnado de la ULL”.

Y esto es precisamente lo que no perdona el señor Rector. Que insistan en su derecho a opinar y que no se arredren y pidan perdón. Se nota las ganas que el Rector le tiene a este Grupo Claustral cuando en un comunicado público firmado por el mismo refiriéndose a AMEC dice: “es lamentable que en una institución universitaria no se respeten, como viene siendo costumbre por parte de este grupo claustral, los ámbitos profesionales y se vierten hechos infundados sin ningún tipo de contraste previo”.

Se nota en este comunicado que al Rector no le gusta la oposición que este Grupo le hace en el Claustro desde hace tiempo y han aprovechado la denuncia de AMEC para ir a por ellos como en los más oscuros tiempos y utilizando un Reglamento de los “más oscuros tiempos franquistas”.

Este Parlamento no puede asistir impasible a una vulneración flagrante de los derechos de opinión y de representación de los estudiantes en una institución que debe velar por la formación cívica y en valores de nuestros jóvenes, además de formarlos en los conocimientos de sus respectivas facultades.

No podemos quejarnos de que nuestros jóvenes no les interesan los asuntos públicos y cuando ejercen, con más o menos acierto, sus derechos se les intimida, se les aplica un Reglamento franquista y finalmente, porque no bajan la cabeza, se les expulsa.

Si a mí y a tantos estudiantes de la época de la Transición, allá por mediados de los 70, con las actividades de protesta que ejercíamos a favor de la democracia, nos hubieran aplicado este Reglamento, que no olvidemos también estaba en vigor, no nos hubieran dejado acabar la carrera.

Por tanto solicito del Consejero que haga todas las gestiones para convencer al Rector que no ejecute este atropello y me congratulo que los cuatro grupos parlamentarios hayan firmado una carta al Rector solicitando lo mismo.

27 de marzo de 2012

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