Y yo digo que claro que sí. Los sindicatos no pueden reposar sobre viejos laureles. Después de una etapa de aplatanamiento -quien pueda tirar el tenique, que lo haga- ahora es momento de mojarse. Es imprescindible que los sindicatos, no solmanet asuman su papel de canalizar la voluntad de las trabajadoras y los trabajadores, sino de desperatr las conciencias que todavía, tantas y tantas, están dormidas. La clase trabajadora se ha quedado sin derechos laborales, y parece que no haya pasado nada.

http://latiradera.wordpress.com/2012/06/20/estimados-sindicalistas/

Enrique son sugiere esta vez recordar nuestros tiempos escolares con Pete Seeger