Escribe Antonio Aguado:

Lamentable el transporte público a la Universidad, hasta el extremo de que en la gran mayoría de las ocasiones no poder utilizarlo, bien porque las guaguas no paran en las paradas por venir saturadas, bién porque desde diferentes puntos de la ciudad, se producen grandes atascos para poder entrar al Campus Universitario. 

En consecuencia, nos vemos obligados los padres y las madres a transportar a nuestras/os hijas/os y en un trayecto como es mi caso de 7 Palmas a la Universidad, que en situación y trafico normal no debería tardar ni 5 minutos, me veo obligado a salir de mi casa a la 07,10 horas (a partir de 5 minutos más tarde el tráfico se congestiona mucho más), para llegar sobre las 08,00. 

Eso si, vamos a contar con un macroproyecto de metroguagua, "que nos posibilitará ahorrar 7 minutos en el desplazamiento de la Plaza Manuel Becerra a Hoya de la Plata", pero que nos costará nada menos que 150 millones de euros. 

Este proyecto en contra de lo que nos habían prometido en la campaña electoral, de que para decisiones sobre todo importantes como sin duda es ésta, íbamos a ser consultados, (no sé para qué existe la Concejalía de Participación Ciudadana), algo que no se ha hecho, pero tampoco con arreglo a la información que dispongo, no ha salido a información publica ni se aprobó en Pleno Municipal, o tan siquiera en Comisión de Gobierno. 

La metroguagua lo único que significará es ver un nuevo modelo de transporte novedoso, aparatoso, espectacular e impactante, pero que no resolverá nuestros problemas de desplazamientos, como tampoco la gran congestión de trafico en nuestro municipio. 

Su función perfectamente la podría cubrir con muchísimo menos coste las guaguas articuladas, que pueden circular sin la realización de ninguna obra por los carriles normales y no como la metroguagua que necesita de una infraestructura especifica y muy costosa, aparte de que ocupará en detrimento del trafico dos carriles. 

Lo malo es la impotencia que como ciudadanas/os sentimos al ser marginadas/dos y con nuestros impuestos imponernos semejante proyecto.

Antonio Aguado Suárez