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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

El impudor de la doctrina Botín (Juan Francisco Martín Seco)

Los delitos contra la Hacienda Pública perjudican a todo el mundo

Me parece importantísimo este artículo de Juan  Francisco Martín Seco en REPÚBLICA, que recomienda Francisco Morote, de ATTAC Canarias. El texto analiza la perversidad de la llamada doctrina Botín, porque, más allá de que sirva para librar a bergantes, es la consagración de la voluntad neoliberal de tolerar el fraude fiscal.

La utilización del subterfugio de que solamente puede perseguirse el delito que denuncie el perjudicado para introducir la falacia de que el fraude fiscal agrede el interés del estado y que, por ello, solamente puede empapelarse a  quien señale el estado, es un monumental fraude. Un fraude que tiene dos bases diabólicas. Por una parte, se desprecia el interés colectivo, de que no se birlen unos fondos que son propiedad de todo el pueblo; por la otra, el gobierno favorece al delincuente fiscal, aplicando su poder sobre los resortes administratvos y judiciales.

Por eso hay que denunciar e insistir en la tremanda gravedad de los delitos tributarios, porque su inmenso botín (una vez más resulta coincidente el término) es el dinero cuya carencia crea tanto sufrimiento, desamparo, enfermedad y muerte.

Concluye Martín Seco:

Se mire por donde se mire, la sentencia 1045/2007 del Tribunal Supremo es toda ella una aberración y está distorsionando la jurisprudencia posterior y obligando a alambicar los argumentos jurídicos para eludirla. Resulta difícil incrementar la conciencia fiscal si es el mismo Tribunal Supremo el que mantiene que la Hacienda Pública no somos todos. Ha sido una pena que en septiembre de 2012 la Asociación para la Defensa de los Inversores y Clientes desistiese del recurso de amparo que había interpuesto frente a dicha sentencia, porque de esta manera el Tribunal Constitucional tendría que haberse pronunciado sobre ella.

http://www.republica.com/contrapunto/2016/02/04/el-impudor-de-la-doctrina-botin/