Un fanático alcoholizado decidió ayer que las mujeres pobres ya no puedan abortar y las ricas sí
Max Pradera dice en Twitter esta verdad incuestionable y aprovecha para recordar el enlace a un vídeo que deja constancia en YOUTUBE de un actuación memorable de este ministro, exhibiendo una evidente intoxicación etílica. No seré yo, a diferencia de él, quien condene ninguna flaqueza ajena, pero, por su Dios, que se retire a su conventon y libe allí en paz, sin jeringarle la vida al prójimo y a las prójimas.