Bien dice Juan Tortosa en su artículo, que destaca Antonio Aguado en PÚBLICO, la frasecita "no tiene desperdicio". Y yo, Chema Tante, agrego que la obsesión por el pode y la voluntad de mantener la impunidad propia y la de sus cómplices se asocian con la ignorancia se unen para lanzar a la sultana psociata a decir estas barbaridades que pulverizan la ética y el sentido democrático. Esto amí me recuerda la atrocidad del credo legionario "con razón o sin ella". No, Susana, no. Las cosas no pueden hacerse como sea.