Nadie le discute a Cáritas su abnegada y heroica brega en apoyo de la gente desamparada por los gobiernos (de acá y de allá). La gente que ha naufragado por la tormenta de la depresión inducida que llaman crisis; y la gente que ya estaba crujida desde siempre, como consecuencia de una acción de gobierno codiciosa. Y ahora, como todos los años, Cáritas -nos lo cuentan en la SER, EL DÍA, DIARIO DE AVISOS EL ESPAÑOL y en LA OPINIÓN- dice que el drama social en Canarias, sigue lo mismo. Remedando al siempre grande Wyoming, hay que decir que esta situación no es peor, porque es imposible. En Canarias, debe ser que el genuflexo Clavijo está esperando que venga Amancio a resolver este problema. Porque toda esta desgracia, hay que insistir, se mantiene después de lustros de gobiernos de Cc, de dos años de presidencia del genuflexo Clavijo y de siglos (al menos, eso parece) de cloquidos en Madrid de Oramas "la voz de Canarias". Y ahora, llámame machista a mí también, bobita.

Inicia el panal de rica miel llamado Clavijo la andadura de lo que promete ser otro de la ya larga serie de nefastos gobiernos de la coalición empresaria que han conducido a Canarias a la triste situación en que se encuentra. Los gobiernos culpables de que a la depresión inducida que llaman crisis universal, las islas añadan su particular calvario. Un calvario que impide a nuestro pueblo aprovechar las excepcionales condiciones, únicas en su historia, que disfruta hoy, de conseguir la estabilidad económica y la tantas veces prometida, jamás alcanzada- felicidad.