Federico Aguilera Klink exclama con razón "Vaya izquierda", al señalar este articulo en el que Marcos Ondarra en THE OBJETIVE informa sobre otra de las incoherencias de Irene Montero, que, digo, yo, Chema Tante, blanquea la imagen nada menos que de Amancio Ortega. Montero incurre de nuevo en la arrogancia de cierta izquierda que se considera por encima del bien y del mal. Ni siquiera los altos objetivos de la Igualdad justifican aliarse con un sujeto cuyas empresas son notoriamente evasoras fiscales sino que practican por todo el orbe el abuso laboral. Irene Montero olvida que es gobierno y que debe aplicar todo su celo en lograr que el granuja social Ortega pague los impuestos como es debido, para que sea n los Presupuestos los que sostengan cuanta campaña sea necesaria. Yo a Irene, la verdad, como a Podemos, cada vez les entiendo menos.

Amancio. Amasa su escandalosa fortuna de muchas maneras

Alejandro López de Miguel firma este reportaje que señala Ramón Afonso en PÙBLICO, sobre las maneras fulleras en que se amasan las fortunas en este mundo. Además de robar a sus empleadas y empleados, con los abusos laborales y demás cosillas que todo el mundo sospecha, también se dispone de la convicción objetiva de que esta gente poderosa, de la que Amancio Ortega no es más una fastuosa muestra, le quita el cuerpo a sus obligaciones tributarias, mediante el aprovechamiento que las autoridades de Hacienda les permiten para practicar la elusión fiscal, eso que Alejandro llama candorosamente "ingeniería", Vean lo que dice GESTHA de cómo aprenden las personas ricachonas a utilizar las oportunidades de eludir sus obligaciones y, así, mamarse lo que corresponde al estado.

Me uno a la denuncia y queja que formula EL BLOG DEL VIEJO TOPO y que Carlos Tena reproduce en su página, y que recomienda mi amiga invisible Colometa. El Caso de Amancio Ortega es un nítido ejemplo de la opresión neoliberal. Una fortuna ingente, la primera del mundo, sostenida, como la mayoría de esas grandes acumulaciones de dinero, por el abuso de la gente pobre, condenada a la miseria. De la misma manera que me sumo al rechazo a los elogios, vengan de dónde vengan, a este paradigma del atropello empresarial. No hay que olvidarlo, ni dejar de insistir: De las fortunas de esta gente maldita vienen las desgracias de la gente pobre.

En EL DIARIO, en reportaje que recomienda Antonio Aguado, Moha Gerehou @mohagerehou se ocupa de las grandes empresas españolas acusadas de explotación laboral en países del Tercer Mundo. Inditex, El Corte Inglés y Cortefiel no reconocen responsabilidad en esta explotación y en el texto de Gerehou se constata el remoloneo de estas empresas en mejorar la situación. Llaman la atención las referencias al papel jugado por los sindicatos occidentales, que no desarrollan una actuación contundente, más allá de las declaraciones que, por cierto, incluyen una mención a las leyes locales, que toleran este desaguisado.