En estos tiempos en que se comprueba de nuevo, pero de manera harto dramática, que la carencia de los recursos afanados por la delincuencia de la corrupción y la elusión fiscal, mata y prolonga enfermedades, es el momento en que es más necesario que nunca investigar y hacer que la piratería pague sus culpas y, por encima de todo, devuelva lo que robaron. Del rey abajo, todos y todas. En su denodado y noble esfuerzo republicano, el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado se preocupa por recopilar informaciones que avalen la posibilidad de perseguir a esta piara corrupta y defraudadora, como esta crónica de Elena Herrera en EL DIARIO, que expone y justifica la manera en que Juan Carlos Borbón, que fuera Jefe del Estado por la poca gracia de Franco, sea llevado ante los tribunales, tanto del reino de Felipe el último, como de Europa. Juan Carlos Borbón debe responder de sus acciones delictivas y devolver todo el dinero del que se apropió, para su lucro y para hacer generosas dávidas a sus concubinas e hijos

Son tantas, tantas, y tan notables las manifestaciones de putrefacción de este sistema político que sufrimos, que una sola de ellas ya bastaría para justificar una revolución transformadora. Aquí tenemos una de las más repugnantes. Que ua Constitución contemple la impunidad de una persona es una barbaridad. Pero que esa persona la aproveche para enriquecerse de una manera obscena supera los límites de la repugnancia. Aquí, en este artículo de Eduardo Bayona que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado en PÚBLICO, se dicen cosas que se caen por su pura lógica. La ya de por sí inaceptable inviolabilidad real, solamente puede alcanzar a lo que el interfecto haga en el ejercicio de su cargo. Pero que un tipo despreciable reciba comisiones por las negociaciones del estado y que esa comisiones las meta de amatue en una guarid fiscal, hurtando al erario llo que le corresponde, es, insisto, la muestra de que este sistema está podrido. Y conste que esto lo digo yo, Chema Tante, indignado, primero, porque esta gente se mame las perras;  segundo, porque ni poder ejecutivo, ni legislativo, ni judicial hagan nada por aliviar tanta miseria moral y tercero, porque, mientras tanto, la pobreza y el sintechismo crecen en este reino de Felipe el último

Aníbal Malvar escribe en PÚBLICO sobre la comparecencia de Aznar y Rajoy en la Audiencia Nacional, sobre el asuntillo de las cajas B del partido mal llamado popular. El artículo, que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, pronostica que la actuación de Rajoy es bastante previsible, dada la correosidad del personaje y su habilidad para hacerse el bobo. Pero dice también que de Aznar se puede esperar cualquier cosa. La arrogancia del tipo puede llevarle a alguna situación incómoda. Y yo, Chema Tante, digo que lo verdaderamente interesante de estas comparecencias es, ya lo vimos con la anterior de Rajoy, la obligación de decir la verdad. Complicado brete para este par de mentirosos empedernidos. Vamo a ver si otra vez los jueces complacientes les echan una mano. Ya lo dice el propio Marval. Es imposible pensar que en este estado le metan mano a un jefe de estado o presidente de gobierno. Eso es lo que hay.

Es mucha la gente que nos aterramos por el dominio casi absoluto que tiene la derecha sobre el sistema judicial, en este reino de Felipe el último. La derecha ha seguido ordenando y mandando, desde que se hiciera con el poder, con la ayuda nazifascista, en 1939. Después de que el sanguinario dictador dejara todo atado y bien atado, la derecha, a cara descubierta, con UCD primero, con el PP después, o camuflando sus presiones al partido que dejó palidecer sus glorias socialistas, no ha habido un gobierno que pusiera coto a los abusos de la oligarquía finAnciera y empresarial. Unos abusos llevados a lo indecible cuando, tras la caída de la Unión Soviética, el neoliberalismo irrumpió con toda su fuerza. Ahora que la audacia de Sánchez y la persistencia de Iglesias ha llevado a La Moncloa un gobierno que quiere ser progresista, Calviño mediante. Y frente a ese Gobierno ojalá que Progresista, la derecha se apresta a enfrentarse con una División Brunete de potencia fenomenal: el sistema de administración judicial.  Y de todo esto vuelve a escribir Ignacio Escolar desde EL DIARIO. Ahí  nos explica como la derecha, por la mano y obra del mandamás del CGPJ está colocando en todas las instancias decisivas de la Justicia a personas afines. Esas mismas personas que desertan de su deber de imparcialidad y se dejan llevar por sus ideologías, y hasta por su fanatismo. Esas personas que luego, cuando sus decisiones son llevadas a otras instancias judiciales, se llevan los más humillantes (palabreja que irrita a Lesmes, pero que responde a la realidad) desaires. Pero que son decisiones cuyos arbitrarios efectos crujen a quienes actúen en contra de la voluntad derechosa. 

Yo, Chema Tante siempre he estado, humildemente, al lado de Vicenç Navarro en la concepción de que la Transición, que pudo ser aceptable en su momento, porque se entendía como momentánea, a corto plazo, no puede ser considerada "modélica", por la sencilla razón de que se anquilosó, perpetuó una solución que se había asumido como provisional. En virtud de ese engaño, los partidos de derecha formal, declarada, y los de derecha escondida, mantuvieron un régimen que, durante esos cuarenta años de llamada democracia, ha seguido favoreciendo alas clases opulentas, a costa del sufrimiento de las clases pobres. Una situación que ha llegado al paroxismo patológico, con la implantación del neoliberalismo, que le vino coo anillo al dedo a la oligarquía. Y, en este artículo, en PÚBLICO y en su blog, señalado por el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, Vicenç Navarro destaca que en todo ese poder mantenido en la llamada democracia por la derecha, se manifestó con mayor fuerza y poderío en los ámbitos judiciales. de manera que, ahora, los planes de evolución social, política y laboral del Gobierno Progresista, van a ser atacados con fiereza por las derechas, y será en el plano judicial dónde las agresiones tendrán mayor virulencia.

Sato Díaz entrevista a Joaquín Urias en CUARTO PODER. Urias es incansable en las redes sociales, denunciando las auténticas barrabasadas de una Justicia completamente dominada por la derecha. Una Justicia, lo digo siempre yo, Chema Tante, infectada por el fanatismo ideológico y la arbitrariedad.

Ignacio Escolar comenta desde EL DIARIO el nombramiento de la que había sido hasta ahora ministra de Justicia, Dolores Delgado, para Fiscala General del Estado. Lo señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado y yo, Chema Tante, diré que creo que Escolar tiene mucha razón cuando interpreta esta decisión de Sánchez como un signo de fortaleza. Todo indica, otra cosa es que se plasme en la realidad, que Sánchez está decidido a recuperar para la Justicia, y empieza por la Fiscalía General, la independencia perdida hace la tira de años. Más de ochenta, diría yo.

Ana Pardo de Vera ofrece un artículo en PÚBLICO sobre la tremenda, total dependencia del poder judicial; que digo yo, Chema Tante, que no es dependencia del gobierno, sino de unos determinados partidos políticos afines, es decir, a la derecha. Porque la Justicia del reino de Felipe el último, está completamente infectada por el fanatismo ideológico y la intolerancia. Y Antonio Aguado escribe sobre el  mismo particular.