En la sesión de control en el Congreso, la derecha cerril de este reino de Felipe el último ofreció un espectáculo repugnante. Destilaron mentiras en insultos, sin el menor rubor, Y encima demostraron una absoluta ausencia de imaginación. Da vergüenza ajena, pero hay que resaltarlo, para que, si queda alguna mente inteligente, pero ingenua, que todavía abrigue intenciones de votar por semejante horda de la zafiedad y la desfachatez, sepa a que atenerse. Da vergüenza ajena o que nos cuenta Alejandro López de Miguel, en crónica que señala en PÚBLICO l coherente veterano militante socialista Antonio Aguado.

Antonio Aguado recomienda este sensato análisis poselectoral que hace José Luis Cazador en PÚBLICO. Cazador insiste en lo que tanta gente llevamos ndiciendo tanto tiempo: que la responsabilidad de quienes no han hecho posible una unidad de la izquierda es enorme.