Que sí, que sí, que hay una conspiración judeo-masónica de proporciones gigantescas contra la España del torero, el tricornio, la tortura y la asquerosa prensa del corazón, que hasta el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo está integrado por verdaderos terroristas, por rojos, por maquis comunistas con rabos y cuernos, que lo único que buscan es sacar de la cárcel a todo bicho viviente, reírse del régimen borbónico, de la ministra gürteliana, Ana Mato, del ministro del catecismo ultra católico, Wert, una horda de marxistas que nos invaden capaces de vacilarse a la infanta Elena, de ridiculizar al estirado yerno real, un tal Urdangarín, siempre con las manos manchadas de dinero podrido.

Asisto con tristeza a la tormenta de declaraciones encontradas, la mayoría de ellas distorsionando la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El TEDH no ha "tumbado" la Doctrina Parot, sino su aplicación retroactiva. Lo que ha hecho el TEDH es defender el derecho de toda persona a ser juzgada de acuerdo con las leyes vigentes y que el cumplimiento de su sentencia no sea modificado por decisiones posteriores. Lo que ha dicho el TEDH es que la persona que demandó justicia, había cumplido su pena, de acuerdo con lo que estaba dispuesto cuando fue condenada. Y que, por tanto, ha sido retenida ilegalmente en prisión. No dice más nada. Hay que leerse la sentencia, con calma, antes de opinar.