Francisco Morote, de Attac Canarias y el  coherente veterano militante socialista Antonio Aguado señala este artículo en PÚBLICO en el que Juan Torres recuerda algo que parece obvio, pero que seguro que a mucha de la gente que nos gobierna no ha asumido todavía. La economía que vaya a surgir después de la pandemia, tiene que empezar a planificarse desde ahora. El problema, es que el gobierno actual no puede contar con la buena voluntad y la inteligencia de la oposición, porque ésta crece de ellas. 

De Faulkner a Kant, pasando por Benet y Santos Juliá, transita Javier Pérez Royo para construir este breve pero denso ensayo sobre las lúgubres maniobras que practican la política y la justicia en este estado imperial español (lo de imperial es mío, de Chema Tante, que es sabido que Pérez Royo, con todo su derecho, no es soberanista.) El catedrático, autoridad en derecho constitucional, no es soberanista, pero es un demócrata donde los haya. Y en este artículo que señala en EL DIARIO Julián Ayala, pone de manifiesto la manera en que el sistema oficial español tuerce leyes y doctrinas para servir al fanatismo y a la insana codicia electoral  La verdad es que, lo mismo que la exhumación de la momia dictatorial, el terrorismo del pasado está siendo utilizado de muy perversa forma.

Brillante artículo de Boaventura de Sousa Santos que remarca Francisco Morote en PRESENZZA (en traducción propia) y PÚBLICO, (en traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez) El eminente sociólogo portugués nos propone ese ejercicio tan recomendable pero tan poco practicado ejercicio de reflexionar sobre el pasado. Esta vez, De Sousa Santos ofrece tres casos históricos que comparten su espíritu de ruptura, su trascendencia y su fecha de principio de año. Haití, Cuba, Chiapas. Tres acontecimientos de diversa evolución pero que llevan a concluir en la permanencia de la necesidad de romper con unos sistemas opresores. Lamentablemente, como nos hace ver el artículo, este rompimiento está actualmente teniendo lugar en sentido contrario, reaccionario. Y es tremendo comprobar que también un primero de año ha tomado posesión un energúmeno.