Desde hace cuatro décadas el panorama político del Estado español ha estado asentado sobre el bipartidismo, lo que ha dado lugar a que en el imaginario colectivo se haya configurado la idea de que ambos son imprescindibles, alternándose uno en el gobierno y el otro en la oposición. PP y PSOE, ambos homologados para gestionar el neoliberalismo contra la clase trabajadora.

En NUEVA TRIBUNA, el profesor Antonio Antón publica este artículo que recomienda Francisco Morote, de ATTAC Canarias, en el que reflexiona sobre la única manera de salir del descomunal brete en que nos ha metido la codicia cruel de la gente poderosa. No hace falta cavilar demasiado para concluir que el austericidio conduce a los pueblos de Europa al desastre. Y la solución está en la resistencia: