La presión ciudadana -y no el oportunista de Ignacio González, como dicen en EL PERIÓDICO DE CANARIAS- obligó a la Consejería de Sanidad a emitir el documento que le pedía la luchadora Rosy, comprometiéndose a la defensa de una Sanidad Pública digna y para todos y todas. Ya sabemos -Rosy, la primera- que este documento es papel mojado. Pero el valor de la cosa es que ahora podremos -Rosy la primera- restregarle por los besos a la Consejería de Sanidad -y a Paulino, el primero- sus incumplimientos