Marcos López en DIARIO 16 describe con claridad. Los gobiernos han tirado la toalla frente al coronavirus. Algo terrible, añado yo, Chema Tante, que se agrava, porque los sistemas públicos de salud están fuera de control. La gente se enferma y quedará con secuelas o se morirá. Las restante patologías no podrán atenderse; morirá más gente o quedará con problemas. Aterrador. Solamente la gente rica, que se atiende en la sanidad privada mantendrá la salud. El neoliberalismo ha encontrado la solución  para la sobrepoblación.

 Marcos Roitman Rosenmann en LA JORNADA (México), en artículo que señala Francisco Morote, de Attac Canarias, se alinea con quienes nos debatimos en la impotencia, viendo como todas las advertencias y las señales del desastre cercano que enfrenta la Humanidad se difuminan ante la estulticia que impregna a las sociedades, por todo el mundo. Roitman cita con sarcástica dureza el "Sálvese quien pueda", que ha venido a ser la consigna representativa del neoliberalismo, el fascismo económico de nuestro siglo. Pero yo, Chema Tante, con Morote y con Roitman, desconfío de que pueda aplicarse a nadie. Porque los gobiernos y las instituciones que, como dice el texto, jamás han asumido la responsabilidad social que ahora demandan a las gentes. Pero esos gobiernos, esas instituciones est6á lejos de aplicar el cuento. La responsabilidad brilla por su ausencia. Con covid-19, con sus mutaciones y sin ellas.