En LA ISLA QUE ME HABITA, José Manuel Hernández se apoya en sus vivencias para componer un relato sobre el genocida guatemalteco Ríos Montt

 "Era en el 2010 cuando se terminaba mi prestación por desempleo después de haber trabajado desde los 14 años y de nunca haber cobrado el paro, y cuando me dijeron que no tenía derecho a ninguna prestación se me cayó el mundo, sin trabajo, sin poder pagar la hipoteca, es cuando empecé a preguntarme que tenía que haber algo más, que este sistema en el cual nos habían dicho que era el estado del bienestar no lo era tanto, que además de mí, mis seres queridos y allegados estaban en la misma o peor situación, era un indignado más, es cuando me pregunte, algo podré hacer."

 Vean la carta de  Clara Valverde en EL DIARIO y posterior entrevista en la SER, y el claro artículo "Cuando la derecha acusa a sus víctimas de ser nazis", que publica Carlos Enrique Bayo en PÚBLICO. Todo ello, dirigido a la incontinente verbal llamada Dolores Cospedal (el "de" se lo ha puesto ella en un alarde de "parvenu" totorota)

Eso es lo que pasa cuando la gente chapucera, motivada solamente por el beneficio empresarial, se mete en política. 

Ya he dicho antes que la situación ha llegado a límites máximos de gravedad. Tanto, que blogs, como LA ISLA QUE ME HABITA, que nacieron con una vocación de tranquilidad, de paz, de introversión, tienen que decicar su tiempo a gritar su rabia. José Manuel Hernández, se expresa con su sosiego de costumbre, pero que no le impide revelar el grado de furia-y de miedo- que le produce esto que nos está pasando.