Comunicados
Sí, sólo una banda de esbirros colonizados al servicio de la metrópoli es capaz de semejante temeridad; arremeter contra parte de nuestro patrimonio natural –el ganado guanil– y, tales ineptos, poner en peligro esas subvenciones que tanto anhelan, sin pensar, si quiera, en el coste moral y la pérdida de credibilidad que este asunto ha provocado en la sensibilidad de los canarios, demostrado, de forma palmaria, con la reacción opositora a esta barbarie y hasta de muchos militantes de los partidos que aprobaron la decisión.
La Audiencia Provincial tinerfeña condena al primer teniente de alcalde y al exalcalde aronero en costas “por temeridad evidente” en la persecución judicial contra sus denunciantes anticorrupción.