Carlos Ortiz de Zárate señala en PÚBLICO este artículo de Erly Quizhpe del que yo, Chema Tante me voy a atrever a matizar el tiempo verbal del título. Aquí, quienes vuelven, una y otra vez, a tolerar el fascismo, no somos nosotras y nosotros, sino los gobiernos y los poderes del estado. Y, además, se viene haciendo desde que el sanguinario dictador golpista muriera fíicamente. Porque en espíritu, ahí está más campante que el Cid Campeador. Es intolerable, de todas maneras, que se quebranten las leyes de esta manera. Una cosa es la libertad de expresión y otra bien distinta, la exaltación del asesinato
El Consejo ciudadano de Gran Canaria ha comunicado a la dirección del partido que no fue previamente informado, y ni avala ni aprueba las contrataciones de los directores generales por parte del grupo de Podemos en el Cabildo de la isla.
Ahí, con ellas, estamos todos y todas. De rodillas
No es la primera vez que veo una imagen parecida. De hecho, uno puede asistir, en cualquier momento, en cualquier ciudad, a esta policía envalentonada, chulesca, humillando a la gente que detiene. En el supuesto de que las personas detenidas fueran delincuentes, supuesto iomposible, porque les asiste la presunción de inocencia, tienen derecho al respeto. Una policía democrática (me daría la risa, si no tuviera el alma encogida de angustia) no puede poner de rodillas a nadie.