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lunes, 29 de abril de 2024 10:22h.
willy
Política

La universidad de la vida no le enseñó ética a Willy García


Willy se ha salvado el pellejo a sí mismo, mediante el desairado autovoto que impidiera que el consejo de la radiotelevisión canaria le enseñara la puerta.

Yo pienso que, en el fondo, Willy es un pobre infeliz, en el que se aprecia con claridad el efecto del principio de la incompetencia de Peter. Un tipo que era un nuen locutor de fórmula, que se desenvolvía bien en sus gritos de transmisiones deportivas o publicitarias. Y que llegó a no hacerlo demasiado mal conduciendo un magacine matinal. Unas tareas, por cierto, en las que aprendió lo único que le valió ser ascendido a las alturas directoriales, la cualidad de la sumisión. Acostumbrado a no contradecir las directrices de su empresa, habituado a no pasarse un milímetro de las órdenes, estaba listo para lo único que le pedía Paulino para ser director nada menos que de la radiotelevisión pública canaria: obediencia absoluta. Por eso Paulino le defendió cuando todo el mundo dijo que Willy García n o estaba preparado para esta responsabilidad. Paulino, cuyo paso por las aulas universitarias no le sirvió, evidentemente, para mucho, se muestra muy escéptico  respecto del valor de la educación superior. Para él -lo ha reconocido expresamente- lo que sirve es la "universidad de la vida". Así le va, a la universidad canaria.