Izquierda Unida califica la huelga de “éxito rotundo”

 “Se inicia un proceso de lucha contra el viaje a las condiciones laborales del siglo XIX y contra las políticas económicas que, dentro de unos meses, llevarán a España a una situación muy parecida a la de Grecia”

 “El objetivo de los treinta o cuarenta agentes fue detener a un joven que se les escapó, “en lo que podría denominarse “Operación Torrente”, porque combinó fuertes dosis de ineptitud e incompetencia con una sobredosis de vandalismo policial”.

 Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Tenerife, afirma que su formación considera que la huelga general ha sido “un éxito rotundo, que se refleja en la importante paralización de la actividad laboral y productiva y en la masiva manifestación de Santa Cruz de Tenerife, con más de 80.000 asistentes, incluyendo a muchos que no pudieron hacer huelga por las amenazas de despido o de no renovación de contrato”.

 Trujillo considera que “se inicia un proceso de lucha contra el viaje a las condiciones laborales del siglo XIX y contra las políticas económicas que, dentro de unos meses, llevarán a España a una situación muy parecida a la de Grecia. La ciudadanía y los sindicatos salen reforzados de la huelga y esta circunstancia nos ayudará a luchar contra las reformas ilegítimas del Partido Popular, que las ocultó y no las incluyó en sus programas electorales para así engañar a la gente”.

 La militancia de Izquierda Unida ha trabajado intensamente para concienciar sobre la gravedad de la reforma laboral y ha participado en los piquetes informativos establecidos durante la huelga, que se desarrollaron pacíficamente.

 Trujillo lamentó que la policía les agrediera cuando caminaban hacia el intercambiador de guaguas y golpearan con sus porras a varios integrantes del piquete, incluyendo al concejal de Izquierda Unida-Los Verdes-Socialistas por Tenerife en Santa Cruz, José Manuel Corrales, quien recibió un porrazo en el cuello. El objetivo de los treinta o cuarenta agentes fue detener a un joven que se les escapó, “en lo que podría denominarse “Operación Torrente”, porque combinó fuertes dosis de ineptitud e incompetencia con una sobredosis de vandalismo policial”.