Informamo sobre de uno de los temas claves de esta legislatura y que ha vivido su última novedad este lunes 9 de abril.

Hace muchos años, de espaldas al pueblo canario, en una disposición transitoria del Estatuto de Autonomía de Canarias quedó definido nuestro actual sistema electoral, ese de altísimas barreras y la famosa triple paridad que lo convierten en uno de los sistemas más injustos del planeta.

Con esta idea como objetivo de fondo, se ha llegado a un momento político en Canarias adecuado para cumplir con el contrato que firmamos con la ciudadanía en 2015, cuando nos presentamos a las elecciones, que decía: “Es necesaria y urgente una transformación del régimen electoral que tenga en cuenta la igualdad en el valor del voto y la proporcionalidad, sin perjuicio de garantizar la representación territorial, y que estudie la posibilidad de creación de la circunscripción archipielágica”. Esta oportunidad para reformar el sistema electoral pasa por llegar a un acuerdo de mínimos con otras fuerzas políticas, pues es necesaria una mayoría cualificada de dos tercios del Parlamento. Estos compromisos, junto con el Pacto por la Democracia que firmamos en 2016, promovido por la plataforma Demócratas para el Cambio, nos emplazaba "a que la reforma electoral se pueda aplicar en los comicios autonómicos de mayo de 2019”.

Llevamos meses negociando con las distintas fuerzas políticas, poniendo sobre la mesa aspectos como las barreras electorales, la circunscripción regional o el reparto por colegio de restos, así como el aumento de diputados y diputadas. Nos parecía una cuestión tan relevante que decidimos hacer la primera consulta ciudadana por una cuestión política de Podemos Canarias. Mayoritariamente (el 72,46 %), las personas inscritas que votaron (2.068) decidieron que podíamos “negociar un aumento de diputados, una disminución de las barreras inferior al 50 % de las actuales y renunciar a la circunscripción archipielágica si fuera necesario, siempre y cuando esto no suponga mayor coste”.

Con la convicción de que es necesario reformar el sistema electoral antes de las elecciones de 2019, los distintos partidos hemos llegado a un consenso al que esperamos que se sume Coalición Canaria, quien hasta ahora ha mostrado su rechazo al acuerdo por su propio interés electoralista. Las dos nuevas propuestas que están sobre la mesa actualmente son: o bien 63 diputados elegidos de forma directa por islas —sumando uno más para Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura— a los que añadir 6 escaños en una circunscripción archipielágica, u otra con 61 diputados, tal y como está en la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, con uno más para Fuerteventura por su crecimiento de población, más otros nueve elegidos en esa circunscripción archipielágica.

Cabe añadir que en este acuerdo de mínimos para que se realice la reforma del sistema electoral, con aumento de diputados, se contempla que no debe suponer un incremento del gasto (una imposición realizada desde Podemos), lo que tiene que estar reflejado además en el dictamen para que sea de obligado cumplimiento. Esta reforma no supondría un mayor gasto para el bolsillo de la gente, lo que se puede lograr mediante fórmulas que ya se aplican en otros Parlamentos (como disminuir dietas y asistencias, y gastos de la actividad del parlamentario, así como el traslado, etc.).

Debemos seguir trabajando y avanzando para alcanzar nuestra propuesta ideal. Pero para llegar a ese punto debemos dar pasos que garanticen una nueva forma de entender Canarias, en lo político, en lo institucional y en lo social. Se trata de un consenso histórico sin renunciar a un cambio mayor en el marco de la reforma del Estatuto de Autonomía que se está debatiendo ahora en el Congreso, y que nos permite avanzar en un sistema que nos lleva condenando al déficit democrático desde hace 30 años.

Es el momento.

Este acuerdo es para dar un primer paso, y no el último, hacia la mejora de la democracia en Canarias. Ante esta oportunidad, Podemos no puede ponerse de lado.