Los temerarios gestores sanitarios del gobierno de Coalición Canaria y el Partido Popular 

INTERSINDICAL CANARIA 

No parece que las cosas vayan a ir mejor en nuestro sistema sanitario sanitario. No. Vista la preocupante situación del Hospital Universitario de Canarias que impide darles los 90 días “de gracia” para poder valorar cuál es su gestión, los nuevos mandamases, en su mayoría, ni parecen ser solventes profesionales de la rama médica-sanitaria, ni mayormente pertenecen a nuestro hospital o conocen la problemática del mismo. Por ello, tampoco tienen una cabal idea del respeto que merece un servicio público asistencial y el conjunto de sus trabajadores.

Al contrario, diese la impresión que con la designación de esta nueva dirección se pretendiese hundir -aún más- a nuestro centro sanitario en la ciénaga de la anémica financiación, la desorganización, el enchufismo, los agravios y el esclavismo laboral por las carencias generalizadas de personal, y hasta de recursos tan básicos como las prendas personales de trabajo. Hay quienes afirman que, estos gestores de cartón-piedra vienen con el encargo del SCS de degraden aún más nuestros servicios para, luego, ofertarlos como subasta a bajo precio a la sanidad privada.

No descubrimos nada nuevo que ya no sea comentario generalizado. En una rápida consulta realizada por los servicios y que pronto convertiremos en referéndum, la inmensa mayoría de trabajadores, mandos intermedios y jefes de Servicio del HUC, coincide con la opinión que la designación de la nueva gerencia y de su, mayormente, minusválido equipo directivo, supone UNA HUMILLACION Y UN ESCARNIO para nuestro centro sanitario. No dudamos que, el ahora gerente, Sr. Goya, como experimentado estibador, pueda ser compatible con una alta responsabilidad al frente de la actividad de carga-descarga de buques en cualquier puerto canario, pero consideramos una brutal temeridad poner a su encargo cualquier actividad relacionada con la gestión del Hospital Universitario de Canarias o de la SANIDAD PÚBLICA CANARIA.

Este nuevo dislate para nuestro centro de trabajo, realizado por el nuevo-viejo gobierno del PP y CC, no cuenta con precedentes ni en el HUC ni en la sanidad pública del País canario, y ha adquirido tal nivel de escándalo y alarma que ha sido ya objeto, incluso, de debate parlamentario a cuenta de la puesta de estos iletrados sanitarios al frente del HUC como franquicia de los otros, también iletrados asistenciales, de la Consejería de Sanidad y el Servicio Canario de Salud.

La dirección del SCS y el equipo del señor Goya inician su errática andadura amenazando con más recortes en la inversión para el HUC y avivando y alargando el conflicto de la Cocina sin aportar ni una solución a los problemas del Servicio en el que cerca de 100 trabajadores exigen acabar con las brutales cargas de trabajo y advierten de un riesgo inminente para la salud pública en el entorno alimentario del que no se hacen responsables.