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viernes, 26 de abril de 2024 10:00h.

Trujillo (IUC) califica como 'tomadura de pelo' la posición del gobierno municipal de SCTF sobre la Ley de Memoria Histórica

 El concejal del grupo municipal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Ramón Trujillo, considera que la comparecencia del grupo de gobierno en la Comisión de Control para explicar el grado de cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica “ha sido una tomadura de pelo”, en especial en lo que concierne a la retirada del monumento a Franco de la vía pública.

Trujillo (IUC) considera “una tomadura de pelo” la posición del grupo de gobierno sobre la retirada del monumento al dictador Francisco Franco

Santa Cruz de Tenerife, 12 de noviembre de 2015.-  El concejal del grupo municipal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Ramón Trujillo, considera que la comparecencia del grupo de gobierno en la Comisión de Control para explicar el grado de cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica “ha sido una tomadura de pelo”, en especial en lo que concierne a la retirada del monumento a Franco de la vía pública.

El concejal de Planeamiento Territorial y Urbanismo, Carlos Garcinuño, se ha escudado en que no es un asunto de su competencia para eludir una respuesta concreta sobre el grado de cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en la ciudad.

Al respecto, el concejal de IUC, Ramón Trujillo, reiteró el pedido para cambiar los nombres de las calles que aún mantienen honores a conocidos asesinos y solicitó la demolición del monumento a Franco ubicado al final de la Rambla.

Para Trujillo, “lo que planteamos es una normalización democrática. Del mismo modo que en Alemania no hay monumentos en honor a la llegada de Adolfo Hitler al poder, tampoco debería haberlos con el dictador Francisco Franco. La Ley de Memoria Histórica es de obligado cumplimiento para todos los municipios del Estado por lo que es necesario reubicar esos monumentos en otros lugares, como un Museo de la Memoria, o destruirlos. Para un demócrata convencido, es difícil entender cuál es el problema en retirar un monumento dedicado a un dictador o cambiar nombres de calles ahora dedicadas a violadores de los derechos humanos”.