El Plan Especial del Puerto de Santa Cruz de Tenerife asume que pierde liderazgo frente a Granadilla
El avezado investigador de ruindades Noé Ramón destapa en CANARIAS AHORA una nueva evidencia de la doblez de ciertos dirigentes políticos, empresariales y sindicales. Mientras gritan a todos los vientos que la instalación que están construyendo -nadie sabe con qué fondos- en Granadilla será "una dársena" "auxiliar" del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, el propio avance del Plan Especial de ese Puerto dice algo muy distinto, diametralmente opuesto.
Según ese Plan Especial, el objetivo es trasladar toda la operación de mercancias desde Santa Cruz de Tenerife a Granadilla, dejando solamente la actividad de pasaje de personas y cruceros. Resulta algo imposible, porque, implícita o expresamente, todas las personas que saben del tema reconocen que en el Puerto de Granadilla no podrá desarrollarse actividad de contenedores.
¿Saben qué es lo que ha pasado? Pues que estas son las consecuencias de ir mintiendo sin mesura. La afirmación de que el Puerto de Granadilla iba a ser un macropuerto con una importante función comercial en manipulación de mercnacías, por errónea que fuera, se repitió por todas partes. Ahora se ha demostrado su absoluta imposibilidad. Pero quedan los numerosos restos de la mentira, salpicados por toda suerte de documentos oficiales, dejando en evidencia a los mentirosos.
Ha pasado agua por el Barranco de Santos desde aquellos tiempos en que a quienes manteníamos lo que ahora todo el mundo reconoce, que en el puerto de Granadilla no se podrán mover contenedores, nos tildaban de "terroristas sociales".